Las denuncias contra los uniformados las hicieron algunos desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia en sus versiones libres ante la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General. Como parte de las pruebas que señalan que los catorce policías favorecieron y prestaron colaboración al grupo delincuencial existen grabaciones, entrevistas y declaraciones juramentadas.

Según esas versiones, los investigados recibían sumas de dinero como pago por facilitar información relacionada con los operativos que la Policía realizaba en la región y advertir sobre las rutas que debían seguir para no encontrarse con la Fuerza Pública.

El material probatorio que posee la Procuraduría evidencia que los desmovilizados que hablaron de los policías conformaron la banda criminal de Urabá, llamada inicialmente Águilas Negras y después Autodefensas Gaitanistas de Colombia, en los años 2008 y 2009. La organización realizaba extorsiones y traficaba con drogas.