Históricamente, la Corte Suprema de Justicia, como institución, ha jugado un papel importante en la solución de grandes conflictos nacionales. En el momento actual, ella ha asumido la difícil tarea de investigar y sancionar la participación de grupos ilegales en la vida política nacional; éste es un conflicto que la sociedad debe resolver de manera abierta y transparente.

Para ese fin, es importante permitir que la justicia actúe como le corresponde hacerlo y que si ella se equivoca, se utilicen los procedimientos establecidos para impugnar sus decisiones o las acciones legales para cuestionar la conducta de sus integrantes. Pero el efecto mediático de la crítica permanente entorpecen el normal desempeño de los jueces. Es difícil exigir un fallo ponderado, cuando durante el proceso se apela al show mediático en el que las partes o sus apoderados ventilan diatribas, argumentos y recomendaciones que deslegitiman la majestad de la Justicia y la llevan al peligrosos terreno de la politización.

Por eso y en aras de preservar el proceso de crecimiento económico y proteger su institucionalidad, la Corporación Excelencia en la Justicia hace un sentido llamado a la sensatez. Pedimos que cesen los enfrentamientos y se permita actuar a la Justicia. Reiteramos que los debates judiciales deben hacerse en los tribunales, no en los medios.