Quien a sus 50 años y con el respaldo de 17 de sus 23 compañeros alcanzó uno de los honores más altos para un jurista: presidir el máximo tribunal de la justicia ordinaria del país.

Por ello este abogado, egresado de la Universidad Externado de Colombia, califica su designación como “una gran dignidad, una alta responsabilidad y una buena forma de culminar la gestión profesional”. Ibáñez habló de las prioridades del Alto Tribunal para administrar justicia y acerca de la “decepción” que le causaron las mentiras que desde el DAS se tejieron en torno a las chuzadas a magistrados de esa Corporación y anunció que el tema de la seguridad de los magistrados estará de nuevo sobre la mesa, entre otros.

-¿Qué significa para un abogado de carrera y un magistrado como usted ser designado Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Colombia?

Es una gran responsabilidad la que me encomendaron mis compañeros; aspiro y espero que haya sido la mejor decisión.

-Su elección ha sido una de las más demoradas y en el camino se habló de una pelea política interna y hasta de una división en la Corte, ¿eso fue cierto?

En la Corte Suprema de Justicia no hay líneas y su marco lo hacen la Constitución y la Ley. Lo que sucedió puede entenderse como reflexiones de creación colectiva o individual, que pueden producir alguna preocupación al público. El país puede estar tranquilo, porque la Corte es una sola.

-¿Pero sí existe algún tipo de línea política?

La única línea y la única política es cumplir los convenios internacionales y la Constitución Nacional.

-Viene ahora la elección de Fiscal General de la Nación y ustedes, como Corte, serán los encargados de esa designación. ¿Puede estar el país tranquilo de que el nuevo Fiscal no va a ayudar a alimentar lo que se ha denominado un cúmulo de poder en manos del Presidente, ante una posible segunda reelección?

La Corte lo único que hará es escoger uno de los tres nombres que remita el Presidente. La manera cómo se hará la fijará la Sala Plena.

-La Corte ha sido criticada porque supuestamente se basa en anónimos o en pruebas débiles para llamar a congresistas a indagatoria, ¿qué piensa de eso?

Eso le corresponde al Presidente de la Sala Penal, pero le puedo decir que cada caso está fundamentado en pruebas sólidas, en reflexiones ponderadas y buscan decisiones que quieren acertar.

-¿Cómo están las relaciones de la Corte con el Gobierno después de los roces del año pasado?

La Corte lo único que ha querido, como punto de partida, es la colaboración armónica y el respeto total a cada una de las funciones, además de exigir, como siempre lo ha hecho, respeto y compromiso con la independencia de la Rama Judicial.

-¿Piensa trazar límites con el Ejecutivo?

Los límites están en la Constitución y en la ley.

-¿Cómo Presidente de la Corte le gustaría mediar en los problemas que existen entre magistrados como César Julio Valencia y Yesid Ramírez con el presidente Uribe?

La mejor gestión del Presidente es ejercer el mandato de la Sala Plena, ese es mi propósito. Esos hechos, preocupantes, deben ser observados en un contexto general y lo que la Sala Plena me mande, eso haré.

¿Cómo van las relaciones con las demás cortes, luego de que se presentaran enfrentamientos con ellas?

Ese tema sí es más agradable desde el punto de vista académico y productivo. Los pasados presidentes han logrado muchos avances y con mi colaboración pueden contar. Espero en este tema un norte tranquilo y, sobre todo, ajustado a la Constitución.

– La procedencia de tutelas contra providencias judiciales es otro tema que ha estado en la agenda. Sólo han avanzado en esa dirección las salas laboral y penal. ¿Qué ha pasado con la Sala Civil?

En eso ya hemos avanzado, pero yo sólo puedo hacer lo que ordene la sala en pleno.

-¿Cómo ven en la Corte el tema de las ‘chuzadas’ en el DAS?

Es una gran afrenta a la democracia. Debemos pasar de los titulares de prensa a las decisiones judiciales con prontos resultados.

-¿Quién le mintió a la Corte?

Quienes le mintieron a la justicia y le mintieron a la Corte fueron los altos funcionarios del DAS, que dijeron en algún momento que las chuzadas eran pura imaginación de la Corte y resultó que no era así.

-¿Esos funcionarios podrían ser investigados por la Corte?

Eso es objeto de investigación, por eso no es mucho lo que le puedo responder. Lo que esperamos es que la Fiscalía hable y obre, clara y rápidamente.

-Este tema fue puesto en conocimiento de los tribunales internacionales, según el ex presidente de la Corte Francisco Javier Ricaurte, ¿en qué va eso?

No puedo adelantar nada, pues eso les corresponde a los organismos de derechos humanos.

-Hoy, después de las chuzadas ¿les cree al Director del DAS y el Director de la Policía?

Yo siempre les he creído a los funcionarios públicos. Lo grave es que cuando se ha creído, los hechos demuestren lo contrario.

-¿Lo desilusionó la ex directora del DAS María del Pilar Hurtado?

El sentimiento no es de desilusión. Es de decepción sobre la carga de responsabilidad de la función y de no ejecutarla.

-¿Cómo analiza usted el tema de las filtraciones a los medios?

En el mundo globalizado ya casi no existen oscurantismos. Que se ventilen preocupaciones e investigaciones en los medios no me es ajeno, lo que sí debe respetarse es la reserva cuando los procesos así lo exijan.

-¿Qué tanto ha servido el computador de ‘Raúl Reyes’, si se tiene en cuenta que el proceso de la ‘Farc-política’, pareciera no moverse?

Lo único que le puedo decir es que todas las pruebas tienen que ser perfectamente estudiadas. No le puedo responder porque soy Magistrado de la Sala Penal y eso tiene reserva.

-¿Cómo está la seguridad de los magistrados después de las amenazas que se dieron en 2007 y 2008, y claro, después de las ‘chuzadas’?

La Sala Plena va a reunirse de nuevo para reflexionar sobre ese tema. Sabemos que la seguridad es una necesidad, debemos reflexionar si se debe incrementar o adoptar otra óptica.

-¿Pero se han reforzado esas medidas?

Lo que le puedo decir es que los requerimientos son máximos

-¿Se han vuelto a presentar amenazas contra magistrados?

No conozco detalles nuevos, pero las chuzadas sí son muy preocupantes.

-En días pasados la Procuraduría decidió absolver a varios funcionarios que de una u otra manera están ligados a procesos que ustedes llevan (los de la ‘Yidispolítica’).
 
¿Temen que eso mine la credibilidad de la Corte?

En estos casos toca esperar los avances en cada uno de los temas. Lo que le puedo decir es que me declaro respetuoso, al igual que la Sala Plena, de las decisiones que se tomen, sin que ello no deje de lado un análisis. Hay que pensar que cada funcionario ejecuta sus funciones.

-¿Qué va a pasar con los procesos de ‘parapolítica’?

Esas investigaciones siguen, nunca se han congelado. Lo que sucede es que la Corte nunca toma una decisión que no haya sido bien sopesada.

-¿Y los de ‘Farcpolítica’?

La gente tiene que entender que la ‘parapolítica’ y la ‘Farcpolítica’ son distintas y se han dado más decisiones en el primer caso porque los procesos son más antiguos. Pero en su momento se tomaran las decisiones correspondientes.

– No son pocas las tutelas que han tramitado los llamados ‘parapolíticos’ en contra de los fallos de la Sala Penal que los condenan y todos han recurrido al Consejo Superior de la Judicatura, ¿se está abusando de ese mecanismo?

Las personas que piensen que tiene un derecho que deben hacer cumplir, que acudan a la ley. El problema que se debe meditar está relacionado con la competencia que debe ser ejercida por cada órgano.

CONGESTIÓN

– ¿Hay atraso judicial en la Corte?

La congestión judicial es total. Pero estamos haciendo esfuerzos para evitar eso. Una justicia tardía, es negación de justicia. La Sala Civil ha hechos grandes esfuerzos y eso está muy bien. La Sala Laboral, al igual que la Penal, está en una gran congestión, pero estamos cumpliendo.

El Nuevo Siglo / 04 de mayo de 2009