CERCA DE año y medio tuvo que esperar la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura para conocer el nuevo magistrado que la integrará.

Ayer el Congreso eligió al ex vicefiscal Jorge Armando Otálora como nuevo magistrado de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria -conformada por siete magistrados- con 117 votos, sólo 22 más que Nancy Muñoz, la otra ternada, quien obtuvo 95 de un total de 233 sufragios, pues se contabilizaron los votos de las plenarias de Senado y Cámara.
El otro integrante de la terna, Francisco Navarro, obtuvo apenas cinco votos.

Esta terna fue conformada por el presidente Álvaro Uribe hace dos meses, cuando la Sala Disciplinaria llevaba más de un año sin uno de sus magistrados, y en medio de desacuerdos y controversias con algunos de los magistrados encargados que pasaron por allí.
El primero de ellos fue Carlos Arturo Ramírez, quien tuvo algunas diferencias con algunos de los magistrados titulares, y Nancy Ángel, quien actualmente está encargada en dicha magistratura.

De hecho, el presidente de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, Ovidio Claros, según dijeron fuentes al interior del alto consejo, le había enviado a finales del 2008 una petición al presidente Uribe para que conformara con rapidez la terna.

Sin embargo, ayer en el Congreso llamó la atención que el voto en blanco lograra 16 sufragios, todos depositados por el Polo Democrático.

El anuncio lo hizo después la vocera de la bancada del Polo en la Cámara de Representantes, Orsinia Polanco, quien sorpresivamente habló a nombre de su partido y manifestó que los congresistas de dicha colectividad votaron en blanco, mostrando su inconformismo por supuestas injerencias del Ejecutivo en decisiones de la Sala Disciplinaria, que tienen que ver con impugnaciones de sentencias de la parapolítica.

“El Polo votó en blanco por unos argumentos de peso; y es que el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, se tomó la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura para impedir la investigación contra los procesos de la parapolítica y para no acatar las medidas cautelares de la Corte” Suprema, dijo la representante a la Cámara por el Polo.

Esta denuncia tiene que ver con las constantes confrontaciones judiciales que ha sostenido la Sala Jurisdiccional Disciplinaria, que es la encargada de sancionar disciplinariamente a jueces y abogados, con la Corte Suprema de Justicia.

La causa de dicho conflicto tiene que ver con varias decisiones judiciales que ha dictaminado la Sala Disciplinaria y que ha dejado sin piso, por vía de tutela, algunas sentencias de la parapolítica proferidas por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Una de las últimas sentencias en ser impugnada y revocada fue la del ex senador Mauricio Pimiento, condenado a siete años de prisión por nexos con las autodefensas, quien había argumentado que la Sala de Casación Penal le había violado el debido proceso. Sin embargo, el órgano de cierre en materia de tutelas, la Corte Constitucional, le dio la razón a la Corte Suprema y revocó la tutela concedida al ex congresista Pimiento.

Este gris panorama judicial deberá ser afrontado por el nuevo magistrado de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria, quien, de inmediato a su elección, aceptó el cargo.

“Asumo con muchísima responsabilidad la honrosa elección con la que el día de hoy (ayer) fui investido”, dijo Otálora. “Prometo no ser inferior a las responsabilidades que el cargo del Consejo Superior de la Judicatura convoca”, agregó el ex vicefiscal, quien desempeñará su nuevo cargo desde el 2010 hasta el 2018.