El 9 de enero el Gobierno le puso fin al estado de conmoción interior, después de tres meses de decretado para contrarrestar los problemas de congestión que había dejado el paro de los trabajadores de la Rama Judicial, que duró más de 40 días y que buscaba, entre otras cosas, una nivelación salarial.

A través del decreto 0021 del 8 de enero de 2009, se dio por terminado el estado de conmoción interior, que fue decretado por el gobierno para que éste pudiera tomar todas las medidas necesarias para contrarrestar los efectos de un paro que dejó finalmente más de 100 mil procesos judiciales sin fallar y al menos 2.700 presuntos delincuentes libres por vencimiento de términos.

Después de terminado el estado de conmoción interior, Asonal Judicial, principal promotor del paro, indicó que es probable que los empleados de la Rama vuelvan a paro en vista de la negativa del gobierno a plantearles soluciones.

“La situación la justicia, su problemática, sigue siento endémica, porque tiene que ver con problemáticas estructurales. Los decretos de conmoción interior no solo fueron inconstitucionales por completo, sino que no resolvieron el problema para el que fueron previstos”, aseguró Fabio Hernández, cabeza de Asonal Judicial.

Asegurando que los decretos de conmoción interior sí ayudaron a la descongestión de la Rama, el magistrado Jesael Giraldo, presidente de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura afirmó que “los jueces podían rechazar las demandas, podían alterar los turnos para atender los asuntos más urgentes, podían conceder los recursos de apelación en efecto devolutivo, podían rechazar las consultas. Nosotros pudimos crear muchos cargos de descongestión en virtud de la conmoción”.

El Espectador / 27 de enero de 2009