Manifestó que los integrantes de la colegiatura no están actuando caprichosamente sino con miras al cumplimiento de su deber constitucional que, en este sentido, es el de seleccionar a un aspirante que se ajuste a un perfil que responda a las cualidades profesionales y personales que exige un cargo de esa naturaleza.

“No hay un acto de voluntad de los magistrados de enfrentar al Gobierno sino un acto de responsabilidad de la misma Corte, que considera inviable la terna, desde el punto de vista de un examen sustancial”, expresó el ex magistrado a ElEspectador.com.

Agregó que, contrario al ánimo de animadversión que se ha querido poner de presente desde algunos sectores, el alto tribunal lo que está haciendo es darle la oportunidad al presidente de rehacer una lista de candidatos, que no responde a las exigencias implícitas que buscan lo electores, en este caso, los magistrados.

“La denuncia es temeraria, porque los magistrados están cumpliendo con su función constitucional (…) Para que pueda haber prevaricato, se necesita mala fe, sostuvo Hernández, descartando por completo el que los representantes de la magistratura puedan estar actuando bajo ese espíritu.

Finalmente, señaló que lo màs justo es que los mismos candidatos desistan de su aspiración, pues, ademàs de ser lo pertinente desde el punto de vista ètico, pondrìa fin a la confrontación entre los poderes judicial y ejecutivo.