De ese reservado club de estados hacen parte España, Bélgica, Canadá, Noruega y Holanda, entre otros.

Desde hace dos años, la Corte les dio derechos pensionales y económicos a las parejas homosexuales. Y esta semana amplió ese catálogo a campos tan variados como el régimen especial de los miembros de la Fuerza Pública y la garantía de no incriminar penalmente al cónyuge o compañero permanente.
El constitucionalista Rodrigo Uprimny, que dirigió el equipo jurídico de la Universidad de Los Andes que demandó normas que afectaban a los homosexuales, dijo que la sentencia “elimina una discriminación histórica” en lo que toca a parejas.

Esa tarea se inició hace ya casi cinco años con la promoción de proyectos de ley por la igualdad sexual que no han pasado en el Congreso y demandas ante la Corte que sí han salido adelante.

Según la directora de la organización Colombia Diversa, Marcela Sánchez Buitrago, con la última sentencia se cierra un ciclo y pasará un tiempo largo antes de que se abran espacios para un nuevo capítulo de reivindicaciones: el derecho a adoptar como pareja y el reconocimiento pleno al matrimonio gay. Lo que ya autorizó la Corte fueron las uniones ante notario

“Esos temas aún no hacen parte de la agenda”, asegura. Y agrega que por ahora la comunidad homosexual está satisfecha con la actualización de “todas las leyes que usaban la expresión ‘cónyuge o compañera permanente'”.

‘Familia quedó protegida’

El magistrado Rodrigo Escobar Gil, ponente de la sentencia de la Corte, recalcó que la sentencia no solo otorgan garantías y derechos sino también deberes y responsabilidades para las uniones de homosexuales.

“Se aplican los principios constitucionales de dignidad, solidaridad e igualdad sin que esto signifique que el legislador no pueda establecer medidas especiales dirigidas a proteger a la familia y que no deben aplicarse, necesariamente, a las parejas del mismo sexo”.

En ese campo, dicen las fuentes, la discusión sería intensa, pues el concepto, incluso en la Corte, es que dos personas del mismo sexo son pareja, pero no familia.

“La Corte ha reconocido una realidad social con extrema prudencia y moderación -dijo Escobar Gil-. Ha ampliado los derechos en situaciones asimilables a las de las parejas heterosexuales sin afectar los valores básicos de nuestra cultura y de moralidad social y dejando a salvo la institución familiar”.

El Tiempo / 30 de enero de 2009