El CSJ carga con varios años de desprestigio, al punto de que el Gobierno está proponiendo sustituirlo por otro organismo, con una composición diferente. La idea de eliminar el Consejo no es nueva y fue una de las promesas incumplidas del presidente Álvaro Uribe. Serán estos magistrados los encargados, bien sea de la transición hacia un nuevo esquema, o de la reestructuración de la entidad, para que cumpla a cabalidad con su función constitucional.

Esta renovación es una oportunidad para que la designación se haga con responsabilidad y atendiendo a un perfil adecuado para desempeñar las funciones de gobierno, regulación, administración y control de la gestión judicial. No es cualquier perfil y no se pueden atender solo los generales requisitos constitucionales, que son únicamente habilitantes para aspirar al cargo. Cumplir con estos últimos no garantiza la idoneidad. Estamos ante la designación de cargos de talla ministerial.

También es una oportunidad para configurar una sala heterogénea, pero complementaria, en sus orígenes (carrera judicial, academia, sector privado y público administrativo) y en experticias (gerencia, finanzas, administración, jurisdicción, diseño de políticas públicas, etc.).

Ojalá la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, a los que compete la elección, acuerden con anticipación los perfiles que necesita el gobierno judicial del momento y no se cometan los errores del pasado. Como aquellos nombramientos en los que priman criterios políticos, o el pago de favores personales, como el acceso a cuantiosas pensiones, o la selección de personas que ven su paso por la CSJ como un trampolín para llegar a una de las otras altas cortes, lo cual hace que su función de gobierno se conjugue con campañas personales que perjudican la administración de justicia.

A cada uno de los candidatos inscritos hay que mirarlos desde diferentes perspectivas: idoneidad de su formación y experiencia profesional para el perfil del cargo que se defina; trayectoria; condiciones éticas y personales, así como sus eventuales conflictos de interés.

Hay que darle grandeza al CSJ. No puede haber equivocaciones en la designación de sus miembros, y esa es una responsabilidad exclusiva de las cortes en su calidad de electoras. Podrían aprovechar esta coyuntura para adelantarse a uno de los objetivos de la reforma constitucional propuesta, ajustando la composición de este órgano desde ya, para que pueda cumplir de manera eficiente las funciones que le han sido encomendadas.

Elección Visible le hace seguimiento a este proceso, que esperamos se caracterice por su meritocracia y transparencia, que permita audiencias públicas televisadas, reglas de juego preestablecidas y difundidas, espacios para que los ciudadanos puedan presentar opiniones o tachas comprobables sobre los candidatos, y, sobre todo, que evite el lobby clandestino.

La Corte Constitucional ya publicó la lista de los 134 aspirantes a ocupar la vacante del doctor Giraldo, que se puede consultar en los sitios web de esta entidad y de Elección Visible.

Señores magistrados: la suerte del Consejo Superior de la Judicatura está en sus manos.

* Directora de la Corporación Excelencia en la Justicia y vocera de Elección Visible

El Tiempo

Fuente: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/por-una-designacion-responsable_8970618-4