“El Gobierno, que desde un principio ha pedido transparencia como factor de credibilidad de la política de Seguridad Democrática, también tiene que ser cuidadoso en aquello de no fallar en la solidaridad que se les debe a los soldados y policías de Colombia”, afirmó el mandatario.

Durante la clausura del Congreso Internacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración, realizado en Cartagena, el Jefe de Estado denunció, nuevamente, que existen muchas denuncias injustas contra la Fuerza Pública. “Así como hay violaciones de Derechos Humanos, que se conocen y se sancionan, y que esperamos que sean cuento del pasado y se superen totalmente, también pululan las falsas acusaciones”, declaró.

Para Uribe Vélez, esas falsas acusaciones son una de las maneras de debilitar el trabajo de las Fuerzas Armadas, ya que ahora acusan cada operativo de violación de Derechos Humanos, por lo que pidió solidaridad cada vez que un soldado o policía es mutilado o asesinado o llevado injustamente a una cárcel. “Así como se les tiene que pedir a los soldados y policías total transparencia, también se le tiene que pedir a la justicia total imparcialidad”, agregó.

Defensa judicial

El Presidente pidió celeridad en la implementación de un sistema de defensa judicial para soldados y policías, ya que para las tropas es muy “desmotivante” que el Estado no los defienda y ellas tengan que invertir recursos propios en la defensa por acciones del servicio.

“Uno de los esfuerzos que tiene que hacer Colombia de inmediato, es organizar la defensa judicial de nuestros soldados y policías. La falta de un Estado que los defienda los desmotiva. Los desmotiva mucho en sus ingresos. La contratación de abogados para cualquier defensa (con recursos propios) se constituye en una tragedia”, apuntó.

Finalmente recordó que la política de seguridad que se práctica en Colombia está basada en la credibilidad y en la transparencia, adherida a los Derechos Humanos. “Muchas gracias a las Fuerzas Armadas de Colombia. Han entendido que la seguridad es un camino hacia la paz. Y han sido tan exigentes en seguridad, como generosas para entender este proceso de reinserción”, puntualizó.

El Espectador / 07 de mayo de 2009