Unos y otros se han hecho acusaciones de todo tipo y, de paso, han hablado de manera abierta de lo que se hacía en la agencia de inteligencia.

Las acusaciones mutuas, donde cada uno se cuida de no quedar salpicado, van desde borrado de antecedentes judiciales hasta envío de sufragios y amenazas de muerte a sindicalistas.

El escándalo en la entidad ya se asemeja al de la parapolítica en el Congreso, donde los implicados ya se contabilizan por decenas. Por cuenta de las ‘chuzadas’, por ejemplo, en el DAS hay alrededor de 40 funcionarios investigados – entre ellos tres ex directores – y se han expedido nueve órdenes de captura.

A continuación el ‘top’ diez de lo que se hacía – y, al parecer, se hace – en el DAS, según sus propios protagonistas.

Espionaje. “Lo que sí encontramos fueron actividades de inteligencia, entre ellos a funcionarios del Gobierno, además de seguimientos y presiones a sindicalistas”, Jorge Alberto Lagos, ex director de Contrainteligencia del DAS.

Alteración de información. “Sí hubo varios hallazgos en borrado de antecedentes. Eso fue común en la administración anterior”, Andrés Peñate, ex director del DAS.

Amenazas. “Del DAS salieron sufragios y panfletos amenazantes”, Lagos.

Guerra política. “En ciertos grupos del DAS parecía que la guerra fría no hubiera terminado. Había un discurso muy anticomunista y anti izquierda”, Peñate

Protección de paramilitares. “Encontré un carro en la Costa, con blindaje de nivel cinco, que debía ser para la protección del Presidente, asignado a ‘Jorge 40′”, Peñate.

Presencia en marchas y protestas. “Cuando se sabía que iban hacer una marcha o una protesta, cualquier tipo de situaciones de esta naturaleza que pudieran afectar al orden público, se avisaba al Ministerio de Defensa, a la Policía, etc.”, Noguera.

Infiltración. “En la Costa Caribe el paramilitarismo había logrado cooptar la entidad”, Peñate.

Manejo de la información. “[Se detectaron] irregularidades que se estuvieran presentando en aeropuertos y fronteras, irregularidades en certificados judiciales, mal manejo de bases de datos, de ilícitos de orden público, extorsión, fuga de información, hurto u otras causas”, Lagos.

Desconfianza. “Las relaciones entre el Ministerio de Defensa y el DAS de Noguera fueron conflictivas, no solo por su oposicion a la Ley de Inteligencia sino por su insistencia en dotar al DAS de mil fusiles de asalto”, Peñate.

Quién puso a quién. “Yo tenía mis reservas, pero el Presidente quiso que José Miguel Narváez fuera el subdirector del DAS”, Noguera