En su decisión, la Sala Penal de la Corte Suprema consideró que los adictos “merecen respuestas constitucionales y legales diferentes a la pena, que lo único que garantizaría es la insensible agravación de su situación personal, familiar y social”.

La sentencia del Juzgado Séptimo Penal de Bogotá (confirmada por el Tribunal Superior de Bogotá), había determinado que la cantidad de marihuana encontrada al joven era un peligro para la sociedad porque podía ser comercializada. El muchacho fue detenido hace dos años en la capital, tras una requisa. Llevaba la marihuana en 12 paquetes pequeños.

A juicio de los magistrados, fue exagerado considerar que los 9,9 gramos (10,9 gramos en total) por encima del límite permitido como dosis personal eran una cantidad intolerable. De haberse mantenido, la pena habría sido superior a la impuesta a la mayoría de los políticos condenados por hacer pactos con los ‘paras’.

La decisión de la Corte es para el ex fiscal Alfonso Gómez Méndez una reafirmación de que el Estado no debe sancionar el consumo mínimo ni castigar a los adictos por algo que debe tratarse como una enfermedad. “El exceso no puede convertir al usuario de drogas en un narcotraficante”, asegura.

Dice que la legislación debe modificarse y establecer hasta dónde se puede considerar una cantidad como de consumo y cuál la que tendría fines de comercialización.

El médico Rodrigo Córdoba, presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, afirma que “los jueces no son máquinas de aplicar justicia, son personas que pueden evaluar las situaciones humanas y tener la capacidad de evaluar cada caso”.

Para él, desde el punto de vista científico un adicto es un enfermo y requiere tratamiento médico y psiquiátrico, por lo que debe ser el sistema de salud el que se ocupe de él.

En el lado opuesto está el senador Gabriel Zapata, que considera errada la decisión de la Corte. Cree que la legislación sobre el porte de estupefacientes fomenta el incremento del alcoholismo y la drogadicción entre jóvenes. “En el Congreso vemos con preocupación informes como el presentado por el Viceministro de Salud, quien nos aseguró que Colombia es el país con el mayor consumo de drogas sintéticas en el mundo”, dijo Zapata.

Aseguró que él y otros congresistas están prestos a apoyar al Gobierno cuando presente el proyecto para penalizar la dosis mínima.

La Corte Constitucional ya había ordenado que las EPS atiendan integralmente a los drogadictos que no pueden costearse los tratamientos de desintoxicación.

El Tiempo / 28 de noviembre de 2008