Sin embargo, el texto de la iniciativa fue cambiado para que diga que los violadores de menores serán castigados “hasta con cadena perpetua”. Es decir que será la máxima pena y no la única como se pensó en la recolección de firmas.

El promotor de la iniciativa, el representante a la Cámara David Luna, dijo que con esa aprobación se demuestra que los menores de edad van a recibir la protección no solo del Estado sino de toda la sociedad.

Por eso, destacó el apoyo del Gobierno, al señalar que es unánime el concepto de que “los derechos de los niños prevalecen sobre los de todos los demás”.

Cuando hizo referencia al cambio en el texto del proyecto Luna consideró que éste no se verá afectado ya que el Congreso es autónomo en la modificación de las iniciativas, “salvo de la reelección presidencial, en donde ya existe una providencia”.

En el mismo sentido, la otra promotora, la concejal Gilma Jiménez, aseguró que el país empezó a “derrotar la retórica y el discurso bonito para llevar hechos concretos en favor de los menores”.

“Dios mediante, en menos de tres semanas esperaría que se expida la ley del referendo para que los colombianos en las urnas decidan si se aplica la normatividad”, recalcó.

Y recordó que todo lo que deben pensar los ciudadanos cuando voten el proyecto es que esto se da en memoria de Luis Santiago, el pequeño que murió en manos de su padre.

Al ser preguntado el ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, sobre su oposición al proyecto, el alto funcionario reculó y afirmó que “nunca estuve en desacuerdo con el proyecto”.

“El amor que le puso Gilma a su proyecto y la condición que conmovió al país y al mundo hizo que nosotros fuéramos partidarios de ese delito atroz”, insistió. Aún así, hace cerca de un mes él mismo dio a conocer que no estaba de acuerdo con la iniciativa.

A la sesión también llegó Ivonne, la madre del pequeño Luis Santiago.

El Espectador / 24 de abril de 2009