El ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, habló de los retos que tiene que enfrentar en 2012.

No son pocas las responsabilidades que tendrá que enfrentar el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, los próximos meses. Estará al frente de la más ambiciosa reforma a la justicia de los últimos años, tendrá que ponerle freno a la deficiente prestación del servicio de salud que reciben los reclusos del país, el proceso de recuperación de tierras que fueron hurtadas vía modificaciones notariales y sobre la posibilidad de establecer medidas jurídicas especiales para las bandas criminales.

La reforma a la justicia es la principal prioridad para el ministro y al respecto señaló que “cuando inicien sesiones en el Congreso continuaremos con los debates del proyecto de acto legislativo de la justicia, pero quiero insistir que la reforma se complementa con otros proyecto de ley que son complementarios que ayudarán a mejorar los problemas de la administración de justicia”.

Frente a las tensas relaciones con el Consejo de Estado y con la Corte Suprema de Justicia que se marginaron del debate de la reforma dijo que “desde el primer día, cuando algunas cortes se separaron del trámite del proyecto, les dijimos que nos daría mucho gusto que regresaran porque es muy importante que se hagan oír. Pero, en todo caso, el trámite continuará en el Congreso como debe hacerse”.

Ese retiro de las cortes del debate de la reforma ha generado inquietudes sobre la legitimidad de la iniciativa, Esguerra restó importancia a este planteamiento y advirtió que “la legitimidad está en la forma como se cumpla su trámite de acuerdo con las normas y la participación que se ha dado en foros, debates, audiencias y discusiones académicas. Más legítimo que eso imposible”.

Frente a la deficiente prestación del servicio de salud para los reclusos por parte de la EPS Caprecom señaló que “hemos venido planteando esta inquietud, nuestra inconformidad y nuestras preocupaciones en relación con la forma como viene cumpliéndose por parte de Caprecom el contrato que tiene celebrado para efectos de atender los temas de salud de las cárceles. Eso no está funcionando como debe funcionar, esperamos una serie de correctivos en serio. Así se lo hemos planteado con todas las letras a Caprecom y estamos pendientes de su respuesta, respuesta que tiene que por supuesto traducirse en hechos muy rápidamente”.

Anta la posibilidad de desarrollar un nuevo marco normativo para negociaciones con las bandas criminales dejó claro que este se debe dar “en primer lugar de manera desapasionada, en segundo lugar no construida con criterio coyuntural sino estructural y en tercer lugar debe ser una legislación perfectamente concertada, conciliada y armoniosa que no sea simplemente como ha venido siendo, en no pocos casos en el pasado, el resultado de una colcha de retazos que se construye como reacción de una sociedad y de unas autoridades frente a episodios aislados”.

Recordó que “el presidente ha planteado que es indispensable que la legislación penal en materia de política criminal se endurezca considerablemente como respuesta a los episodios que se están dando con los grupos criminales”.

Esguerra dijo que por ahora, con la forma como han venido actuando estos grupos ilegales, “se aplicará la legislación ordinaria porque lo que sí es claro es que para estos delincuentes, justicia transicional cero, pues el denominado marco legal para la paz se refiere específicamente a los grupos armados al margen de la ley que han tenido una connotación política, y estos grupos son simplemente bandas delincuenciales a los que debe responderse en materia penal con lo que cuenta el Estado”.

Estos son solo algunos de los temas que pasarán por el despacho del ministro de Justicia en 2012, año que llega con la promesa de lograr el gran revolcón que abra la posibilidad de que los colombianos tengan un verdadero acceso a la justicia y respuestas en corto tiempo.