Gustavo De Greiff

“Pienso que una de las calidades importantes de la Fiscalía es el de ser parte de la Rama Jurisdiccional y por consiguiente eso implica la independencia del Fiscal frente a la Rama Ejecutiva”.

Por:
Elección Visible- Fiscal General.

1. ¿Qué fue lo más difícil de ser el primer Fiscal General de la Nación que tuvo el país?

De Greiff: Yo creo que hubo varias cosas complicadas en la iniciación de la Fiscalía. Primero el hecho de enfrentar el primer funcionamiento de la institución creada por la constitución del 91.

Segundo el hecho de haber acogido en la Fiscalía a funcionarios que eran jueces y que tenían por consiguiente una formación diferente a la que es propia de un Fiscal. El juez es la persona que se supone que debe de actuar de acuerdo a lo que una y otra parte le presentan, en cambio el Fiscal es la persona que representa la parte acusatoria y por consiguiente no es el juez; a pesar de que el Fiscal debe de investigar tanto lo favorable como lo desfavorable. Pero naturalmente la inclinación es a ponerle más énfasis a lo desfavorable, para poder justificar una acusación.

Esa fue una de las partes que se unió a la bajísima formación intelectual de los fiscales. Eso requirió enseñarles cuál era la función de un juez y un Fiscal y las instrucciones correspondientes a eso.

El otro problema complicado, fue el de la circunstancia de haber nacido la Fiscalía en el momento más agudo del narcotráfico, que estaba mezclado con terrorismo. Era la época de Pablo Escobar poniendo bombas en distintas ciudades del país, matando policías, lo que hizo que hubiera necesidad de concentrarse mucho en eso, a pesar de que había otras cosas que requerían atención importante; como la puesta en marcha de la Fiscalía, y lo que anoté sobre los fiscales, etc.

2. ¿Usted considera que la edad de retiro forzoso debe permanecer para el cargo de Fiscal? Qué hace la diferencia para que esta norma sí se aplique al Fiscal y no por ejemplo, a un Magistrado de la Corte Constitucional o del Consejo Superior de la Judicatura?

De Greiff: A mí me parece absurda la edad de retiro forzoso a los 64 años. Si se quiere poner una edad de retiro forzoso debería de ponerse más alta. Si uno piensa que en la Corte Suprema de los Estados Unidos, que quiéralo o no uno, es el país más importante del mundo, con los problemas más grades del mundo, y sin embargo, hay Magistrados de la Corte Suprema de 85 años en pleno vigor intelectual y desempeñando su cargo perfectamente.

Además que en el caso mío a mi me parece que se cometió una arbitrariedad, influenciada en ese momento por mi posición en la legalización de las drogas y por consiguiente mi problema con el Presidente Gaviria; y eso empata con las autoridades americanas.

Si a mí me eligieron durante un período de 4 años, sabiendo que en ese período iba cumplir 64 años, eso quería decir que no se aplicaba al Fiscal la edad de retiro forzoso.

Primero si se elige no debe de hacer edad de retiro forzoso, y sí se elige para un periodo constitucional, debe respetarse ese período.

3. ¿Cree que durante su período como Fiscal, logró cumplir a cabalidad la frase que lo caracterizó: “Es que yo sufro de un problema en la columna que me impide inclinarme ante los poderosos” ?

De Greiff: Pienso que una de las calidades importantes de la Fiscalía es el de ser parte de la Rama Jurisdiccional y por consiguiente eso implica la independencia del Fiscal frente a la Rama Ejecutiva. Precisamente no me quise inclinar ante los poderosos, en ese caso ante el poder ejecutivo.

Pienso que eso se logró sin prejuicio de que se trate de mantener un espíritu de colaboración armónica como lo dice la constitución, pero repito, es fundamental para la buena marcha de la Fiscalía y el buen cumplimiento de sus fines, que continúe siendo parte de la Rama Jurisdiccional, lo cual implica la independencia frente a otros poderes y sobre todo ante el poder ejecutivo.

Algunas veces uno ha oído voces en Colombia, por ejemplo: de don Hernán Echavarría, que consideraba que la Fiscalía debía ser parte de la Rama Ejecutiva, pero repito, yo considero que no, porque la labor de persecución de los delitos hace que pueda dar ocasión a que en alguno de esos delitos haya un problema político y si eso sucede, el hecho de depender de la Rama Ejecutiva, da lugar a que se inclinara la balanza de la justicia en uno u otro sentido. Además que en los mismo Estados Unidos, hay voces en la academia, que sugieren y hablan de volver el departamento de justicia parte de la Rama Jurisdiccional y no de la Ejecutiva.

4. ¿Cuál cree que debe ser el perfil del Fiscal ideal? Aparte de los requisitos mínimos exigidos por la Constitución?

De Greiff: Debe ser un jurista en el mejor sentido de la palabra. Debe tener calidades de administrador, la Fiscalía es una institución de justicia, pero al mismo tiempo es un órgano administrativo gigantesco. Cuando yo comencé eran más o menos 10 mil empleados, ahora tiene cerca de 32 mil y manejar eso requiere dotes administrativas importantes.

Debe tener muy buenas relaciones humanas, porque un Fiscal despótico o de malas maneras no le conviene a la Fiscalía y hace que eso cree conflictos mayores, que los que la Fiscalía misma origina.

No creo que sea necesario o indispensable que sea penalista. Si es jurista y buen administrador no lo necesita, pero si además lo fuera, pues magnifico.

Debe tener conciencia de lo fundamental que es para la Fiscalía la independencia del Poder Ejecutivo y ser capaz de enfrentarse a los posibles conflictos políticos que puedan llegar a darse entre el Ejecutivo y la Fiscalía. Debe ser capaz de ser independiente.

5. ¿Cuáles fueron los principales retos de su Fiscalía?

De Greiff: Le voy a contar 2 circunstancias increíbles que se me presentaron. Por ejemplo, hubo el caso de un actor de la televisión que tenía una fiesta en su apartamento en un piso alto y apareció que se había suicidado o que lo habían empujado. Entonces la Fiscalía tuvo que iniciar la investigación correspondiente y la Fiscal que tenía a su cargo el caso, dicto auto detención contra la señora del muerto de quien estaba separada hace mucho tiempo. Cuando llevaba mucho tiempo a mí me pidieron unos actores una audiencia, y me dijeron: “Doctor le rogamos el favor que estudie este caso, porque nos parece una injusticia que tengan detenida esta señora, sin ninguna prueba de que hubiera sido la autora de arrojarlo por la ventana”.

Llamé a la Fiscal y le pregunté:” Cuénteme una cosa doctora, con base en qué indicio grave tiene detenida esta señora?”, y me dijo: “No doctor, el indicio es que ella no asistió al entierro del muerto”. ¿Qué tal eso? Usted no se imagina mi indignación.

En otra ocasión a una pobre niña la violaron en un bus y la Fiscalía inició la investigación correspondiente y esta niña se me quejó y me dijo:”Imagínese que el Fiscal encargado me dijo, eso le pasa por estar andando con esa mini falda”. Llamé al Fiscal y le pregunte:” ¿usted le dijo eso?” dijo si, pero en plan de chiste. Y le dije: “esas cosas no se hacen en chiste, además esa niña va quedar con una sensación de culpabilidad por una imbecilidad como la que usted le ha dicho”.

La transición entre el sistema inquisitivo y el acusatorio fue lo más difícil y la puesta en marcha de la Fiscalía.

Incluso me tocó el caso de las tres personas detenidas por el caso del Doctor Luis Carlos Galán. Ellos llevaban 3 años como sospechosos del asesinato del doctor Galán y me puse a estudiar y eran inocentes, todo por consecuencia de un Coronel Peláez, creo que era el apellido.

Imagínese que uno de esos detenidos era un vendedor de huevos de tiendas de barrios pobres de Bogotá y él recogía esos huevos de los ranchos de alrededor de la ciudad. El día que mataron al doctor Galán, este muchacho que tenía fama de izquierdista, el cual tenían muy chequeado y cada vez que había revuelta lo detenían; esa noche de la muerte de Galán el muchacho había salido en pantuflas al teléfono que quedaba en frente de su casa, para preguntarle algún tendero cuántos huevos necesitaba para el día siguiente. En esas llegaron tres carros de detectives y lo rodearon y le dijeron: “Sabemos que usted es culpable del atentado contra el doctor Galán”. Él decía que no y les suplicaba, y ellos dijeron que él era el culpable porque tenían una grabación, y se invitaron un comparativo con la grabación de la voz y con eso ya creyeron que tenían la prueba para determinar que él era uno de los culpables de la muerte de Galán.

Eso fue un verdadero complot y las personas que denunciaron los testigos nunca se encontraron, porque el Presidente Barco había ofrecido que en 24 horas tenía que aparecer el culpable. Cosa que me parece irresponsable, ya que ningún funcionario debe de hacer ese tipo de promesas en el campo penal.

Estas son anécdotas para decirle que fue difícil el comienzo y afortunadamente salió adelante, pero yo siempre dije cuado terminó mi función, que la Fiscalía era todavía un bebé, que había que consentirlo, cuidarlo y fortalecerlo y sólo al cabo de varios años, se podrían apreciar las ventajas o desventajas de la Institución.

Yo creo, mirando hacía atrás, que la Fiscalía es una buena Institución. Depronto me parece que ha crecido demasiado y debería haber un poco de mejor organización administrativa, en el sentido de más desconcentración de la administración, pero pienso que la institución es buena y le ha servido al país y como toda labor humana, tiene defectos y virtudes.

6. ¿Por qué hechos, pasa usted a la historia como Fiscal?

De Greiff: Yo no creo que pase a la historia, me parece pretencioso pasar a la historia, pero tengo satisfacciones de haber iniciado y haber puesto en marcha la Fiscalía. De haber hecho lo posible para formar buenos Fiscales, de haber logrado en parte, aunque en Colombia persiste ese dicho obsceno, de que “A nadie se le niega una auto detención”, cosa que me parece absurda, haber hecho justicia, el haber puesto libre a los condenados por la muerte del Doctor Galán. Haber hecho justicia tratando de desbaratar el Cartel de Medellín y otras organizaciones criminales de ese estilo en Barranquilla, Cúcuta y otras ciudades.

En una ocasión un periodista me dijo: “Doctor, hay la sensación en el país de que la Fiscalía no se ocupa de sino del narcotráfico”, le dije que era absurdo pensar eso, porque la Fiscalía tiene una serie de fiscales que se ocupan del tema del narcotráfico y otros fiscales que se encargan de otros temas.

Otra satisfacción que podría anotar es la pulcritud con que se manejo la Fiscalía, tanta que se me tachaba de no ser gastador y el Director de Fiscalía que nombró al doctor Valdivieso, mi sucesor, en una ocasión yo no quise rectificar, porque pensé que no valía la pena, y decía que una de las cosas censurables que había encontrado, era que había muchas partidas de viaje al exterior al Fiscal, cuyo presupuesto no se había gastado. Indignado me provocó decirle, no sea tan idiota, si no se gastó fue porque no fue necesario, ó es que usted es de los funcionarios públicos que cree que el presupuesto que se asigna hay que gastarlo de todas maneras.

Yo fui profesor y siempre le dije a mis discípulos que yo aspiraba y soñaba con verlos en el futuro, “fuertes en la adversidad, generosos en la victoria, hoscos y altivos con los poderoso, y sencillos y amables con los humildes”.

También me siento orgulloso de haber establecido que recibiría en las mañanas a cualquier colombiano que necesitara hablar con el Fiscal.

En una ocasión alguien me dijo que la Embajada Británica había manifestado que eso me estaba quitando mucho tiempo y que debería dejar de recibir a todo el mundo, y que recordara que ellos y su Gobierno estaban ayudando en aspectos de la justicia, entonces les mandé a decir que prefería que dejaran de ayudar, a que yo como Fiscal dejara de recibir a las personas que querían hablar con el Fiscal, porque considero y consideraba que todo colombiano debe de tener la posibilidad de consultarse con los altos funcionarios.

7. Conociendo usted la criminalidad del país y lo que ha pasado todos estos años, ¿qué le ajustaría usted al que hacer de la Fiscalía? ¿En dónde debe poner el énfasis el próximo Fiscal?

De Greiff: En primer lugar yo creo que el problema del narcotráfico y las drogas debe de contemplarse en forma distinta a como ha sido enfocado. El daño que causan las drogas mismas es el hecho de la prohibición. Sigo sosteniendo que fueron unas de las cosas que ocasionaron mis diferencias con el Presidente Gaviria y con los Estados Unidos. Sigo sosteniendo que la mejor solución para el problema de la drogas es la legalización, entendida como la producción legal del comercio, acompañada simultáneamente de tratamiento y educación sobre el peligro del consumo de las drogas y hacerles tratamiento a los que caigan en la adicción.

Yo creo que el mal que le ha hecho la prohibición al país ha sido terrible, porque ha dado lugar al crimen organizado, a la corrupción a la violencia y a llevar a la cárcel a una cantidad de gente, sólo porque consumió droga, cuando esa gente no va encontrar ninguna solución a su problema en las cárceles, si no por el contrario, va salir peor que como entro.

Además una de las fuentes de financiación de la Guerrilla ha sido el narcotráfico. La legalización arruina a los traficantes, tal como sucedió con la legalización del alcohol.

Pienso que un nuevo Fiscal debe ser capaz de afrontar ese problema y afrontar esa decisión y de sugerir y colaborar con esto. Pues el Fiscal puede presentar proyectos de ley y debería intervenir en ese campo.

De otro lado, pienso que sería muy importante lograr que los delitos cometidos por aforados, que deben ser investigados por la Fiscalía, debería establecerse que puedan ser los Fiscales de la unidad ante la Corte Suprema los que llevaran esas investigaciones, ya que a la vez hay que trabajar la parte administrativa, de una entidad con 32 mil empleados, al lado de la necesidad que el Fiscal oriente la política criminal del país, tenga que llevar investigaciones de ciertos aforados, como Ministros; entonces me parece a mí, que eso es poner al Fiscal en una tarea que perfectamente pueden resolver los fiscales delegados antes la Corte Suprema; en vez de que lo haga el Fiscal sólo.

Otra cosa hipócrita es que se dice que los fiscales son soberanos en sus decisiones como los jueces y que nadie puede meterse en sus decisiones, pero ese articulito de la soberanía de jueces y fiscales me creó problemas.

El Fiscal debe de ser capaz de intervenir, no sólo de fijar la política criminal del país y como se deben interpretar algunas disposiciones legales.

Debe ser capaz de ordenar que se hagan determinadas cosas, porque el Fiscal piensa que corresponde con la ley. Por ejemplo, en el caso que le comenté del actor asesinado, yo como Fiscal debería de tener la posibilidad de ordenarle y de evitar un acto, poniendo en libertad inmediata a esa señora. Eso no se puede hacer por razón de la soberanía de los fiscales.

Es hipócrita que el Fiscal no pueda darles órdenes a los fiscales en asuntos que estén investigando. Es hipócrita, ya que dicen que no puede hacerlo, pero han soslayado la disposición asignado que por razones de urgencia o disculpas idiotas, han soslayado la disposición con la facultad que tiene el Fiscal a asignar determinados casos a determinados fiscales. Era mejor la cosa clara, honesta, limpia y transparente, de permitir que el Fiscal pudiera dar instrucciones sobre un caso.

Ahora respetan la autonomía de los fiscales, pero le quitan la autonomía dándole la responsabilidad a otro Fiscal. Me parece que lo que debería de hacer es que el Fiscal General, tuviera facultad para indicarles a los fiscales cómo se deberían de resolver los casos cuando hubiera un conflicto de criterio, cuando existieran choques entre el Fiscal General y los fiscales en casos determinados.

8. ¿Qué opinión general tiene sobre el funcionamiento del Sistema Penal Acusatorio?

De Greiff: Me parece mucho mejor que el sistema inquisitivo, o sea el anterior, porque marca preciso cuál es la función del juez y cuál es la función de unos de los órganos del Estado. Se encargó de reprimir la criminalidad y cuál es la función, los derechos de la parte, contar para cuál está dirigida una acción penal. En esa forma el juez va recibir para su decisión los dos aspectos. El aspecto de la defensa y lo que dice la decisión, y el juez como es imparcial, entonces sopesarán las razones de las partes y fallará.

Todo lo contrario al sistema inquisitivo, me parece que el Sistema Acusatorio, hace que se definan muy bien las funciones de cada una de las partes en un proceso penal. Me parece que hasta el momento mal que bien, funciona la Fiscalía y este sistema ha dado mejores resultados.

9. ¿Qué opina de la tendencia que tiene el país de penalizar cada vez más conductas?

De Greiff: Pésimo, la tendencia moderna a penalizar todo. Desde hace muchos años se ha dicho que el Derecho Penal es un derecho residual. Que al Derecho Penal, se debe de acudir sólo cuando todas las otras medidas no funcionan. Más aun al Derecho Penal, no se debe de recurrir para casos en los cuales se justifica la privación de libertad de una persona, porque esa persona haya afectado contra la igual libertad de los demás.

En ese sentido el mundo esta llegando a cosas increíbles. El otro día alguien hablaba de que debía a agregarse dentro de la categoría de delito, el mal parqueo de un carro. Me parece que esa es una tendencia fachista.

Por ejemplo, el porte de la dosis personal. Llevar a una persona a la cárcel, porque lleva menos de un gramo de cocaína, por ejemplo, es un absurdo, no sólo filosófico si no práctico, por la hacinación de las cárceles.

Volver delito todo, es lo que ha creado ese problema inmenso en donde la prisión no está sirviendo para la rehabilitación del apresado, si no para su mayor corrupción. Entonces eso sería algo en lo que un Fiscal debe de intervenir y clamar. Aun en casos que se justifica la penalización, la pena debe ser de acuerdo con la gravedad del delito y no debe de pregonarse solucionar el problema sólo con las penas.

Cuando yo estaba de Fiscal, se estuvo discutiendo elevar la pena por el secuestro, que era un problema que en ese momento ya estaba siendo complicado el país. En ese momento la pena máxima para el secuestro era de 30 años, y se estaba pensando elevarla a 60 años, y en el Congreso me preguntaron que qué opinaba de elevar la pena, y dije: “Pues a mí me parecería mucho mejor que antes que elevar la pena, cumplir con que se aplique la de los 30 años, nada sacamos con elevarla a 60 años, si no se captura a los secuestradores y los que se capturan se dejan en libertad. Como ahora que les dan tantas rebajas que terminan pagando 2 años”.

Que tal los individuos que han declarados haber matado a 150 personas y a los 5 años pueden quedar libres. Entonces bueno elévenlo a 60 años, pero aplíquenlo por favor.

10. ¿Usted estaría de acuerdo que en Colombia existiera la reelección en los fiscales ó cree que no es viable?.

De Greiff: Nunca me lo he planteado. No lo considero viable, por aquello que dicen de que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Prolongar el periodo hace que vaya siendo más poderoso el Fiscal. Entonces me parece bueno airear y que sean periodos cortos, máximo 6, pero volverlo de 12 años en el caso de una reelección no. Nadie es absolutamente indispensable y airear hace que el nuevo Fiscal entre con nuevos ánimos y con otros impulsos e ideas.

Como en cambio si considero pertinente la reelección de magistrados en las Cortes, porque este sistema actual de cada 8 años, en el que vienen nuevas jurisprudencias es malo, porque la ley y la jurisprudencia deben ser estables y cambiarse sólo por casos puntuales.

11. ¿Por qué pareciera que la problemática de la justicia y en especial el tema de la alta impunidad, no se supera en el país?

De Greiff: Le voy a decir una cosa que no le gustará a mis colegas. Es cierto que hay gran congestión, que la penalización de tantas conductas en el campo penal ha llevado hacer agudo el problema de la congestión, pero el mayor problema de la justicia en mi concepto, es la baja y pobre formación jurídica de los jueces y de los Magistrados y de la pereza de algunos de ellos.

Cuando yo entré al Consejo de Estado, que ha sido la época más feliz de mí vida, tal vez la única en que he sido feliz, en mis 80 años que ya voy a cumplir, entraron varios consejeros de estado al tiempo, y yo soy un workcoholic, me encanta el trabajo, me encantaba la labor de administrar justicia y dedicaba todo mi tiempo a eso, pues Magistrados que entraron al tiempo mío, por ejemplo, sí yo tenía mí despacho al día y estos Magistrados tenían su despacho atrasadísimo y ambos habíamos recibido la misma cantidad de casos.

Eso para redondear la idea, yo considero que con una buena formación jurídica y una dedicación de tiempo completo y con un trabajo eficaz, el problema de congestión e la justicia se aminorarían muchísimo. Ahora si no se aminorara con estas cualidades, consistiría en aumentar el número de jueces, pero no de cambiar las leyes. Las leyes que tenemos procedimentales y sustantivas son buenas, los que no sin bueno son los que las aplican.

12. ¿Usted cree, como lo dijo Luis Carlos Sarmiento, que la falta de justicia eficiente, ha sido la principal causante del grado de descomposición que viene teniendo el país desde hace más de 50 años?

De Greiff: No. Yo creo que ha habido muchas circunstancias para esa descomposición. Una muy marcada es el problema del narcotráfico, la mala administración de justicia también causa problemas y crea ese caos en que vive el país. Pero no sólo a la mala administración se le puede atribuir el problema. También está la violencia, la pobreza, la corrupción.

13. ¿Qué consejo le daría al próximo Fiscal?

De Greiff: Trabaje mucho, maneje muy bien la Fiscalía; y para manejarla bien, tenga criterio, sea buen diplomático, sea buen administrador y todo lo que se necesita para que un buen gerente desarrolle bien una institución. Trabaje incansablemente y sea independiente del Poder Ejecutivo.

Luis Camilo Osorio

1. Usted que fue un Fiscal no penalista. ¿Considera que esa es una calidad indispensable para el ejercicio del cargo?

Luis Camilo: No. La Constitución Política señala, sabiamente, las calidades del Fiscal General. Desde la creación de la Fiscalía hace 17 años, solo uno de cuatro fiscales elegidos ostentó especialidad en materia penal; los demás juristas supieron honrar la función de promover la acción penal contra altos servidores amparados por fuero. Sin embargo, debe advertirse que no es esta su única función; el Fiscal General, coordina 4.000 fiscales, 10.000 investigadores judiciales, y otro tanto de servidores, responsables de la indagación e investigación, base de la acusación ante los jueces, objeto misional principal; ejerce otras, como que administra y ejecuta presupuesto superior al billón de pesos cada año y coordina un complejo instituto judicial con cerca de 20.000 servidores responsables de volumen cercano al millón de radicaciones con vocación de investigación o aplicación de mecanismos alternativos de justicia.

2. Como gestor del Sistema Penal Acusatorio que fue usted ¿Cómo lo ve tras cuatro años de implementación? ¿Qué ajustes le haría?

Luis Camilo: Excelente. El sistema judicial acusatorio, o juicios orales, constituyen la panacea mayor en los procesos penales, y el mejor avance, en materia judicial, desde que Colombia existe como país libre e independiente. La excelencia se manifiesta, no solo por su vocación de oportunidad y celeridad, sino también de eficacia, y fundamentalmente, por la transparencia y garantías que ofrece a sindicados, victimas y en general a la sociedad civil que verifica con su presencia en las audiencias, el ejercicio honesto y certero que cumplen los operadores de justicia en los procesos. Se advierte que una de sus fortalezas consiste en mostrar las bondades y falencias de su ejercicio, la calidad de sus operadores- jueces, fiscales, defensores, investigadores y auxiliares- y especialmente, sus carencias, cuando tengan lugar, y así ha acontecido. El sistema acusatorio muestra los siguientes aspectos, pasibles de “ajustes “:

• Déficit en recursos humanos, por insuficiencia en el número de unidades de policía judicial (se propuso habilitar inicialmente, 10.000 policías, los mejores) advirtiendo que los demás sistemas, cualesquiera que sean, también la exigen, solo que su ausencia, no se hace tan notoria.

Ajuste: continuar la capacitación y habilitar los servidores necesarios en materia de policía judicial.

• Los jueces, están en proceso de adaptación a la administración gerencial y operacional que demanda el sistema; se genera congestión en el reparto por la carencia de policía judicial y todavía no se acepta plenamente sometimiento a algunos de los procedimientos previstos.
Ajuste: concertar una efectiva cultura de respeto por la operación del sistema que excluye toda actuación administrativa de los jueces.

• Falta liderazgo y coordinación entre los operadores y protagonistas del proceso, a saber: jueces, fiscales, investigadores y defensores.

Ajuste: redimensionar la cooperación entre el Consejo Superior de la Judicatura, la Fiscalía, las policías judiciales y la Defensoría para establecer verdadera armonía de tiempos y movimientos, con prevalencia de una efectiva gerencia de la función.

• La descongestión del sistema anterior se ha convertido en factor costoso, burocrático y dilatado por servidores más preocupados en conservar su cargo, que en cumplir con oportunidad sus funciones.

Ajuste: exigir resultados efectivos y premiar la productividad de los operadores de justicia, con calidad, como elemento de selección e incorporación a la nueva justicia.

3. ¿Cuál cree que debe ser el perfil del Fiscal, adicional a los requisitos exigidos por la Constitución?

Luis Camilo: El perfil del Fiscal corresponde al del jurista con preparación académica, criterio jurídico, sentido de la justicia como función trascendental; que valore el principio de la presunción de inocencia, con idéntica fuerza con la que persiga la criminalidad, sin miramiento a interés político alguno , ni de otra índole; que en cada actuación se empine al máximo como titular de parte fundamental de la rama judicial, de cuya actuación depende la persecución del delito, pero también, la libertad de las personas y en consecuencia, la capacidad para indagar, investigar, con recaudo de evidencias sólidas, a fin de dar fundamento a acusación ante los jueces, con el objeto de obtener condenas justas. El Presidente de la Republica postula ante la Suprema Corte la terna para su escogimiento por la corporación. Debe contar con la confianza del Primer Mandatario, sin perjuicio de la independencia y autonomía en todas sus actuaciones; además, participa activamente en el diseño de la política criminal, según lo ordena la Constitución para perseguir con eficacia el delito; en este sentido, es aliado necesario para garantizar la seguridad, principio básico que garantiza la convivencia ciudadana para combatir el crimen organizado, en particular, las modalidades de narcoterrorismo y a los grupos armados ilegales.

4. ¿Cuáles fueron los principales retos de su Fiscalía?

Luis Camilo: El reto principal fue el ejercicio sereno y severo de la función consistente en la acción penal. Administrar, con eficacia la actividad investigativa contra la criminalidad, y desde luego, perfeccionar el procedimiento judicial con efectiva respuesta a la criminalidad, con oportunidad y transparencia. Esto es, el sistema judicial acusatorio, o juicios orales que logro generar la cultura de garantías para las demás especialidades de la justicia (en lo laboral, civil y administrativo), hoy también con la oralidad como fortaleza principal.

5. ¿Por qué hechos, pasa usted a la historia como Fiscal?

Luis Camilo: La historia la escriben los historiadores y solo se recogen hechos dignos de su objeto. Hechos destacados que pasaran, o no, a la historia:

• Nueva justicia con el sistema acusatorio, o juicios orales, verdadera revolución de la justicia penal. 

O garantía de la libertad y la presunción de inocencia (mas culpables en las cárceles, menos ciudadanos presos, amparados por dicha presunción); no mas detenidos, sin orden de juez competente.

O prevalencia de los derechos fundamentales, garantizados por un juez (de garantías).

O eliminación de la política como factor en las decisiones judiciales.

• La expedición y efectiva aplicación del régimen de extinción de dominio de bienes adquiridos por fuera de la ley (durante los primeros tres años, se obtuvieron resultados que superan en mas del mil por ciento).

• La ley de justicia y paz, con carácter judicial (no político) que incorpora (por primera vez) los valores de justicia (con penas privativas de la libertad), verdad (que permitió conocer los autores de crímenes de lesa humanidad) y reparación (para resarcir a las victimas).

• Lograr que los cabecillas del paramilitarismo quedaran privados de la libertad, en cárceles de alta seguridad.

• Persecución indiscriminada a los violadores de los derechos humanos.

Todo ello tuvo lugar en la gestión cumplida entre los años 2001 final, al 2005.

Lo que no es histórico, pero si digno de encomio es la actuación firme frente a la criminalidad; la imparcialidad frente a la ley y a quienes son objeto de ella; el efectivo rechazo de la política en el ejercicio de la alta función de la justicia; la eficacia, la excelencia en la gestión, esto es gerencia con resultados.

6. Conociendo usted la criminalidad del país y lo que ha pasado todos estos años, ¿qué le ajustaría usted al quehacer de la Fiscalía? ¿En dónde debe poner el énfasis el próximo Fiscal?

Luis Camilo: Una buena práctica consiste en repetir políticas públicas exitosas y eficaces. Pero el gestor de las funciones públicas debe ser imaginativamente creativo y audaz en buscar eficacia y competitividad en todas las acciones, con calidad en cada actuación. El “énfasis” a recomendar es: justicia con calidad y eficiencia.

7. En su opinión, ¿La Fiscalía debe ser parte del poder ejecutivo o debe quedarse en la Rama Judicial?

Luis Camilo: Dejarla donde esta, parte del poder judicial, pero colaborando eficazmente con los demás poderes, en particular con el ejecutivo en el diseño y ejecución de la política criminal, según lo ordena la Constitución Política.

8. ¿Qué opina de la tendencia que tiene el país de penalizar cada vez más conductas?

Luis Camilo: En Colombia hay tendencia a penalizar conductas que no alcanzan tan categoría, lo cual no es aceptable. Ítem mas, no es recomendable aumentar penas cuando ya son bastante severas; en efecto, el sistema acusatorio demando aumento general de las mismas, hasta en un tercio y la mitad (en mínimos y máximos), para poder ofrecer rebaja hasta del 50 % a quienes, siendo autores de conductas punibles, se acojan a sentencia anticipada. Lo anterior conduce a que, sumada la justicia conciliatoria, con la aplicación del “criterio de oportunidad” y la solución de conflictos por mecanismos alternativos, permite que el 70 % de la justicia sea pronta, en contraste con el sistema anterior, donde el 70 % era justicia lenta, cuando no, de impunidad.

9. ¿Usted estaría de acuerdo que en Colombia existiera la reelección en los fiscales, o cree que no es viable?

Luis Camilo: La reelección constituye razonable opción para prolongar una gestión exitosa.

10. ¿Por qué pareciera que la problemática de la justicia y en especial el tema de la alta impunidad, no se supera en el país?

Luis Camilo:Parece que la pregunta formula hipótesis que no corresponde a la realidad, ni a la percepción que la opinión tiene de la nueva justicia. En efecto, los ciudadanos perciben que la justicia se les ha aproximado, que la pueden valorar al asistir a las audiencias públicas y los resultados son medibles. En corto tiempo se obtiene sentencias judiciales con calidad que la ciudadanía aprecia como efectividad en la justicia.

11. ¿Usted cree, como lo dijo Luis Carlos Sarmiento, que la falta de justicia eficiente, ha sido la principal causante del grado de descomposición que viene teniendo el país desde hace más de 50 años?

Luis Camilo: La descomposición social, desde luego, tiene como elemento agravante la impunidad; pero antes, la desigualdad social, la corrupción, muchas veces provocada desde la actividad privada y factores como la concentración de la riqueza, sin el elemento de responsabilidad social (que la reciente crisis económica a nivel mundial, puso en evidencia) son factores anteriores y de mayor impacto para advertir la descomposición y la delincuencia, en Colombia, y en cualquier otro país. Justicia ineficaz invita a delinquir, pero este solo factor no hace delincuente al ciudadano honesto y observador de la ley.

12. ¿Qué consejo le daría al próximo fiscal?

Luis Camilo: El nuevo Fiscal, seguramente no necesitará consejos. Su administración, se ocupará de enaltecer la función con apego incondicional a la ley; de realizar las políticas publicas mas acertadas; se concentrará en la aplicación severa y ponderada de sus funciones; y a perseguir implacablemente la criminalidad, sin perjuicio de ser el guardián del sagrado principio de la presunción de inocencia, de las garantiza procesales de los ciudadanos y de la prevalencia de sus derechos fundamentales. Su conducta a seguir, bastara para convertirse en ejemplo de los sucesores!

Alfonso Gómez Méndez

“La gente no puede tener la sensación de que el Fiscal sea un pelele, que puede ser manejado por cualquier factor de poder, o que quiere quedar bien con todo el mundo”.

1. ¿Cuál cree que debe ser el perfil del Fiscal ideal?

Gómez Méndez: Yo creo que tiene que ser un jurista de trayectoria, con comprensión de los problemas macro del Estado y de la política. Que tenga la suficiente fuerza interior como para poder ser independiente del Gobierno que lo colocó en la terna. Pero la independencia no debe ser solamente con el Gobierno, tiene que ser también frente a los demás poderes, inclusive frente a la prensa.

Debe ser un Fiscal que no se deje llevar por las olas mediáticas. Por ejemplo: Matan a un niño y entonces hay un ambiente generalizado de pena de muerte por los asesinos de niños. Entonces que el Fiscal General entre en eso, en lugar de ponerle cabeza fría al tema; y explicarle al país con su autoridad que el problema no es aumentar las penas, si no el procedimiento y la prevención. Es decir, un Fiscal que trate de hacer una gestión no para la galería sino para la posteridad.

2. ¿Por qué hechos, pasa usted a la historia como Fiscal?

Gómez Méndez: Para mí es muy difícil decirlo. Se lo contesto porque me lo pregunta, pero no se me hubiera ocurrido. Yo pienso que más que por un hecho por la actitud.

Un Fiscal que en términos generales, el país percibía como un Fiscal independiente con sentido de la autoridad. Por ejemplo: cuando todo el mundo estaba en el plan de que había que hacer todo para facilitar la paz y que había que ir al Caguan, yo tuve la entereza suficiente para decirle al Presidente de la República, que yo no tenía porque ir.

O cuando El Colombiano, incluso sacó un editorial durísimo contra mí, diciendo que yo era una rueda que me le atravesaba al proceso de paz, porque le mandé una carta al Presidente Pastrana a raíz de un artículo, de una entrevista que le hizo un periodista argentino a tiro fijo, en dónde él decía que por qué continuaba con el proceso de Álvaro Leiva, si Pastrana se había comprometido acabar ese proceso. Entonces yo le pedí al Presidente de la República que le dijera a los colombianos que clase de compromisos había adquirido.

O cuando yo estaba invitado a la visita de Estado del Presidente Pastrana y cuando me enteré que el Presidente decidió poner en la comitiva a su hermano, que tenía un proceso en la Fiscalía, para ver si yo me declaraba impedido. Entonces yo dije que yo no viajaba con un sindicado, así ese sindicado sea el hermano del Presidente.

Tuve que tomar decisiones como encarcelar a dos Ministros del Presidente Samper y al Contralor, muy cercanos al Gobierno y al alcalde de Cali.

Entonces no son tantos hechos como actitudes. El Fiscal tiene que tener un liderazgo moral en el país. La gente no puede tener la sensación de que el Fiscal sea un pelele, que puede ser manejado por cualquier factor de poder, o que quiere queda bien con todo el mundo. Si por algo yo creo que me recordará el país, tanto como Procurador, como por Fiscal, es por mi personalidad.

Obviamente debí de haber cometido equivocaciones, como todo ser humano, pero que nunca se podía tener la sensación de que lo estaba manejando alguien. O el Presidente o los medios o un grupo de presión o sus amigos. Ese es mi legado, un Fiscal transparente y frentero.

El tema de la lucha contra el paramilitarismo fue uno de los puntales de mi Fiscalía y la corrupción.

A parte de cosas menores, como haber reorganizado la Fiscalía, las unidades que con el tiempo han demostrado su eficacia. La unidad de derechos humanos la creó Alfonso Valdivieso, pero la fortalecí mucho. La unidad de lavado de activos y extinción de dominio, la unidad nacional anticorrupción y antisecuestro, la de proteger los derechos de autor, el fortalecimiento del CTI; el que yo recibí fue totalmente distinto al que yo entregué.

Y también los códigos. El Código Penal que lamentablemente después comenzaron a despedazarlo en el Congreso, por eso de estar cambiando las normas a cada rato, pero era un Código Penal que todavía sigue siendo elogiado en America Latina. Y el código del procedimiento penal, la ley 600, que aun con todo lo que se dice es la que más ha dado resultados y todo lo que el país hoy reconoce en materia de parapolitica, ha sido posible porque se ha hecho con la ley 600, la que yo impulsé. No con el nuevo Sistema Penal Acusatorio, por el cual no hay todavía siquiera un importante caso.

3. ¿Qué le ajustaría al quehacer de la Fiscalía?

Gómez Méndez: Yo creo que fortalecería el área de investigación. Yo trabajaría más el área de formación de investigadores. Yo creo que todavía hay mucho lastre del pasado que no tiene nada que ver con las normas. Pienso que hay que cambiar la mentalidad de los fiscales. La celeridad no está en las normas, si no en la cabeza.

Ahora supuestamente aceleraron el SPA, pero hay siguen los procesos. Con unas cuantas excepciones, pero los procesos siguen estancados.

Variaría el sistema de nombramiento. Invertiría la formula, que la Corte Suprema escoja la terna y el Presidente de la República elija el Fiscal, porque la Corte tiene mayores elementos que el Presidente para escoger una terna, conoce más la gente, el medio, y ya entre esos que escoja la Corte.

4. En su opinión, ¿La Fiscalía debe ser parte del poder ejecutivo o debe quedarse en la Rama Judicial?

Gómez Méndez: Si. Lo que pasa es que aquí cayeron en una serie de contradicciones porque por ejemplo, en los países del sistema SPA puro, el Fiscal no tiene ninguna función judicial. En la medida que no tenga ninguna función judicial, pues hace parte del poder ejecutivo. El Fiscal es el Ministro de Justicia. Yo creo que Colombia no está preparada para eso. Yo creo que el Fiscal debe mantenerse dentro de la Rama Judicial.

Lo que pasa es que tenemos un hibrido, tenemos un Fiscal haciendo parte de la Rama Judicial con un SPA en virtud del cual el Fiscal tiene menos funciones judiciales.

5. ¿Qué opina de la tendencia que tiene el país de penalizar cada vez más conductas?

Gómez Méndez: Eso es parte de la superficialidad del país y lo digo con todo respeto, porque muchas veces los medios juegan mucho con las emociones de la gente. Entonces todo lo quieren volver penal. Eso cae bien en la galería. Entonces dicen: La cadena perpetua para los violadores y resulta que hay unas normas que ya existen que si se aplicaran se pondrían 60 años. Y en Colombia con una esperanza de vida de 70 años, pues entonces equivale en la práctica a la cadena perpetua. No hay espacio para la profundización. Lo más importante no es poner penas altas, sino cumplirlas.

Pero si uno sale a decirle hoy a la gente que no está de acuerdo con la cadena perpetua, salen a decir que es que uno quiere que maten a los niños y que no pase nada. Son debates superficiales y no hay política criminal por eso mismo. El Código Penal debe ser la última de las soluciones, pero como lo estamos utilizando para todo, entonces estamos desgastando el mecanismo. Pasa como el coco, ya nadie le tiene miedo al coco porque lo usan para todo.

Aquí debe de haber una serie de soluciones no penales y además el derecho penal no es solo represión si no prevención. Pero da mucho más créditos jugar con los sentimiento de la gente que dirigirse a la razón de la gente, eso toma más tiempo.

Entonces aquí lo primero que se les ocurre es aumentar las penas, que si una vaca mató a un niño con los cuernos, entonces hay que llevar a las vacas a la cárcel para que a los niños no los maten. Eso cala en la gente.

La responsabilidad es absoluta del Congreso en materia de política criminal. Los mismos parlamentarios que fueron los ponentes de mis códigos, fueron los ponentes de los códigos de mi sucesor Osorio.

6. ¿Usted estaría de acuerdo que en Colombia existiera la reelección en los fiscales? O cree que no es viable.

Gómez Méndez: En principio no. De pronto podría pensarse en ampliar el periodo por 5 o 6 años. Yo en general no estoy de acuerdo porque por ejemplo: Un Fiscal que quiera ser reelegido tiene que hacer concesiones. Si la terna la hace el Presidente, debe de hacerlas ante el Presidente para que lo terne y si lo van a ternar los magistrados debe de hacerla ante los magistrados, dándoles puesto o gabelas. Así como no soy partidario de la reelección presidencial, tampoco lo soy de la reelección del Fiscal.

7. ¿Por qué pareciera que la problemática de la justicia y en especial el tema de la alta impunidad, no se supera en el país?

Gómez Méndez: Porque no se toma en serio. Yo quise hacer unos códigos que unificaran la política criminal en el país, en cierta forma logré depurar muchas cosas. Por ejemplo: Todavía era delito la bigamia. Meter a la gente a la cárcel por bígamo; y yo decía que más castigo que el segundo matrimonio.

El código penal es del año 2000 expedido por el Congreso. Yo creo que ha habido más de 20 reformas y eso no es serio.

Ahora que estamos en campaña política me he dado cuenta de que la gente no se ocupa de la justicia, porque la justicia no da votos. La gente no se compromete con propuestas que tengan que ver con el tema de la justicia. Hay que trabajar mucho más la mentalidad de este pueblo.

Yo tengo un lema en mi campaña que se llama:”un pacto social por la justicia” y eso a la gente no le importa.

8. ¿Usted cree, como lo dijo Luis Carlos Sarmiento, que la falta de justicia eficiente, ha sido la principal causante del grado de descomposición que viene teniendo el país desde hace más de 50 años?

Gómez Méndez: Es una causa importante, pero no es la única. Esta atada a que en el fondo nadie quiere que se aplique la justicia integralmente, mejor dicho que no se aplique para él ni para sus amigos. No hablo de Sarmiento sino de la gente en general.

Obviamente este país tiene problemas estructurales muy grandes, como el de la educación, el de la distribución del ingreso, el sistema político, en el cual no hay una separación real de poderes. Entonces desde ese cuadro la no aplicación de la justicia genera mucha de nuestra descomposición y es una razón muy importante, pero no es la única.

9. ¿Qué consejo le daría al próximo Fiscal?

Gómez Méndez: Es muy difícil darle consejos a personas viejas. De pronto algo elemental, el no apartarse de la constitución y eso quiere decir: Ser independiente, pensar en el país y no tenerle miedo a los grupos de presión de todo orden.

10. ¿Considera que la especialidad penal, debe ser un requisito necesario para el Fiscal entrante?

Gómez Méndez: No necesariamente, pero ideal si además de ser penalista tiene los otros elementos que señalé al comienzo. Pero si tiene que ser un buen jurista y en lo posible alguien que hasta donde sea posible este alejado de los abetares políticos.

11. ¿Qué es lo que no le gusta del Sistema Penal Acusatorio?

Gómez Méndez: El SPA puro se vendió aquí sobre la base de unos supuestos falsos. Se dijo que era necesario para separar las funciones de acusación y juzgamiento. Planteado así es valido, pero eso no era cierto. Eso ya estaba separado. No sólo desde la Constitución del 91 sino desde antes.

En 1987 se expidió un código del procedimiento penal que le daba al juez de instrucción la facultad de formular la acusación y al juez del circuito superior hacer el juicio. El sistema de la Fiscalía que sostuvimos en el 91, el Fiscal acusaba pero no condenaba. Primero supuesto falso.

Segundo supuesto falso. Es necesario quitarle al Fiscal la función de dictar medidas de aseguramiento por los abusos que se cometen con la detención preventiva. Eso es parcialmente cierto, pero esos abusos se van a cometer siempre que exista la posibilidad de detener preventivamente.

Si aquí aplicáramos en estricto sentido el principio constitucional de la presunción de inocencia nadie, podría ser capturado hasta que no lo condenaran. ¿Usted se imagina lo que eso sería? Entonces en la medida en que haya la posibilidad de la detención preventiva, siempre habrá la posibilidad de que el detenido preventivo de hoy pueda ser absuelto mañana.

Esa detención preventiva la puede evitar o un Fiscal o un juez. Cuando los dictaba los fiscales debieron existir casos de abusos o exageración, pero eso no tenía nada que ver con lo que fuera el Fiscal.

El clásico caso que se muestra como ejemplo de abuso absoluto de detención preventiva es el de Habib Hazbún, en el caso de la muerte de Luis Carlos Galán. ¿Usted sabe quién dicto esa detención? Un juez de instrucción.

Por ejemplo: yo tengo un caso de María Ximena Dusan por calumnia y lleva 3 años con el nuevo sistema. ¿Qué tienen que hacer en un caso de calumnia, qué prueba tiene que practicar? Y todo eso esta represado.

El caso de Jamundí no ha terminado la segunda instancia. La justicia sigue igual de lenta. Como decía López Pumarejo, que nosotros pensábamos con la mentalidad del señor que se va para una fiesta y dice: “ya que la fiesta está tan buena, vámonos para otra parte”. Cuando esto comenzaba medio a funcionar, crearon este desbarajuste. Irresponsabilidad absoluta del Congreso, que no analizó y lo aprobaron a la carrera.