La respuesta del presidente Álvaro Uribe a la solicitud que le hicieron los presidentes de las Altas Cortes, el Fiscal General de la Nación y los representantes de la Rama Judicial, sobre un pronunciamiento directo sobre las interceptaciones ilegales que se hicieron desde el DAS a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, no satisfizo a los demandantes.

Diferente a lo esperado, el Presidente no contestó los reclamos hechos por las Altas Cortes el martes pasado: en un escueto comunicado divulgado ayer en la mañana y que fue leído de manera sorpresiva en la Casa de Nariño, el Jefe de Estado simplemente reiteró que su diálogo con la rama judicial seguirá siendo “presencial, sincero, abierto, constructivo”.

Ayer, acompañado por el ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, Uribe recordó que su gobierno se ha reunido con las cortes para examinar diversos temas en los últimos meses, y que por esa razón todo “continuará de esta manera”, en busca de la mejor relación institucional “para el bien de la democracia colombiana”.

El malestar de los magistrados fue mayor cuando el secretario de Prensa de la Presidencia, César Mauricio Velásquez, respondió que el Jefe de Estado “recibió con extrañeza” ese llamado.

En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Augusto Ibáñez, insistió en que debía ser Uribe quien diera una respuesta y no su jefe de prensa.

“Un irrespeto”

Las reacciones por el escueto comunicado del Jefe de Estado no se hicieron esperar. El senador del Partido Liberal, Héctor Helí Rojas, aseguró que con ese pronunciamiento el Presidente de la República está “irrespetando” nuevamente a las Cortes.

Según el parlamentario, se trató de “un comunicado insulzo que no responde” el llamado hecho por los Altos Tribunales en torno al tema de las interceptaciones ilegales.

Antes de este llamado de los magistrados, el ex presidente César Gaviria le había hecho, la semana pasada, una petición similar al presidente Uribe.

El Jefe de Estado respondió, desde Madrid, que el DAS “no puede seguir convirtiéndose en un factor que mancha la seguridad democrática. Nosotros hablando todos los días de valores democráticos en la seguridad, practicándolos y algunos funcionarios del DAS haciendo todo lo contrario y entonces, en lugar de derrotar la delincuencia, lo que hacen es que derrotan a la seguridad democrática”.

El Colombiano / 07 de mayo de 2009