La plenaria del Senado abordará desde este miércoles, en sexto debate, el nuevo texto que se radicó ayer del proyecto de reforma a la Justicia. La nueva ponencia fue consensuada entre las ramas del poder público y el Fiscal General.

Los cambios que se introdujeron a la ponencia para sexto debate de la reforma a la Rama Judicial no son de fondo y no solucionan todos los problemas que vive la justicia en Colombia.

La reforma a la Justicia que ayer siguió su trámite con la radicación de la ponencia para sexto debate en el Senado de la República, no se aparta mucho del texto inicial, por lo que se prevé que no resolverá ninguno de los problemas que intentaba saldar.

“La reforma propuesta no resuelve los problemas estructurales de la justicia, que la aquejan desde décadas atrás”, sentenció Francisco José Sintura , exvicefiscal general.

Temas como la excesiva congestión judicial, la impunidad y la falta de acceso a la justicia del ciudadano común, son ya parte del paisaje judicial colombiano que, al parecer, no sufriría modificación alguna.

“En la jurisdicción contenciosa nos estamos demorando aproximadamente 13 años en promedio para obtener sentencia. En el sistema penal acusatorio hoy tenemos una congestión aproximada del 92 por ciento”, advierte el senador Eduardo Enríquez Maya , coordinador de la Comisión de Ponentes para el sexto debate en el Senado.

El texto radicado ayer fue consensuado la semana pasada con miembros del Congreso, de las altas Cortes, el Fiscal y el Presidente, con el fin de salvar esa pretendida reforma que responda a las necesidades acumuladas por años en el país. Uno de los consensos, que había sido piedra en el zapato, fue la supresión del Consejo Superior de la Judicatura.

Sin embargo, “la verdadera reforma, aquella que trate sobre el diseño de la política criminal del Estado, los métodos para atacar el atraso, la necesaria tecnificación, la gerencia judicial, el apropiado diseño presupuestal y su ejecución y espacios dignos para la justicia, todavía esta por hacerse”, subrayó Sintura.

Algunos de los apartes más relevantes que trae esta ponencia son los mismos que tenía el texto aprobado hasta el quinto debate, por lo que los cambios no son trascendentales.

1. OTRA COMISIÓN DE ACUSACIÓN PARA AFORADOS

Se creará una nueva institución que cumplirá las funciones de la actual Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. Estará conformada por nueve miembros. Sólo tendrá como función realizar una investigación preliminar a los aforados constitucionales (presidente de la República, vicepresidente, fiscal, contralor, procurador y magistrados de las altas cortes).

2. SALA DE GOBIERNO DE LA RAMA JUDICIAL

Se crea la Sala de Gobierno de la Rama Judicial como venía del texto en el quinto debate. Pero cambia en su composición. Esta nueva corporación quedará conformada por los presidentes de las Altas Cortes, el Fiscal General de la Nación, el Ministro de Justicia, un representante de los tribunales jueces, y un representante de los empleados de la Rama.

3. SALA ADMINISTRATIVA DE LA RAMA JUDICIAL

Se creará una sala administrativa con delegados permanentes de los presidentes de las Altas Cortes. Esta corporación distribuirá los recursos dentro de la Rama Judicial.

4. TRIBUNAL DISCIPLINARIO PARA ABOGADOS

Se crea un tribunal disciplinario que juzgará a los abogados del país. Tendrá nueve miembros con categoría de magistrados. Cada corte nombrará tres jueces de esa corporación. Así entonces, quedan separadas las facultades del Consejo Superior de la Judicatura, en diferentes organismos, este tribunal disciplinario y la sala administrativa.

5. REQUISITOS PARA SER MAGISTRADO

Se elevan los requisitos para se magistrados. Tendrá que acreditar 20 años de ejercicio profesional, tener mínimo 50 años para asumir el cargo. En 70 años se dejó la edad de retiro forzoso..

POLÉMICA

ARTÍCULO 10: VÍA PARA REELECCIÓN

Uno de los puntos controversiales que trae la nueva ponencia de reforma a la Justicia, es la lectura que debe darse al artículo 197 de la Constitución, que vuelve a incluir el parágrafo transitorio, adicionado en 2004, según el cual “quien ejerza o haya ejercido la Presidencia de la República antes de la vigencia del presente Acto Legislativo sólo podrá ser elegido para un nuevo período presidencial”, lo que para muchos abriría la posible reelección de Uribe.

ANÁLISIS

Se perdió la oportunidad de cambiar la Justicia

MAURICIO VELÁSQUEZ F.

Profesor de Derecho de la U.P.B.

“Esta reforma constitucional no solucionará los problemas estructurales de la justicia.

Mirando los antecedentes históricos de los últimos actos legislativos que pretenden este fin de los últimos 20 años en el país, ninguno ha atacado, en debida forma, los verdaderos problemas de la justicia, todas han fracasado. Lo que implica, que las ramas del poder público no se han ocupado de reformar lo que los ciudadanos estamos esperando de la justicia, y es que esta sea eficaz, eficiente y pronta.

Este acto legislativo tampoco ataca esos asuntos. En esta reforma se toca infinidad de temas que no son la base para una verdadera reforma a la Justicia. Puede que tenga unos asuntos importantes pero realmente es un proyecto que empezó con un norte en las controversias con las Altas Cortes se fue desviando.

Pasa luego al Congreso, para que cada cual le haga las modificaciones que prefiera, lo que deja una reforma que no va a hacer la gran transformación de la Justicia en Colombia. Quedan entonces en deuda el Gobierno, el Congreso y todas las Cortes para presentar una modificación al sistema que vaya en pro de los derechos de los ciudadanos.

El problema, en últimas, lo tuvo la Constitución de 1991, cuando le dio facultades a las cabezas de la Rama Judicial para nombrar altos cargos del Estado.

Lo que se suponía que iba a ser bueno, la historia demostró que terminó politizando a los magistrados de las Cortes. Y ahora, que se podía haber tocado el tema se dejó a un lado.

Es un inconveniente que se tenía que reformar pero en el que no se supo hacer uso de las circunstancias políticas y sociales de hoy.

Finalmente, toda normatividad o su proyecto al menos, tiene un aspecto positivo, pero es tanta la pérdida de oportunidad, en ese caso, que no se puede destacar nada positivo de esta reforma”.