Zapata asegura que esa reforma está mal estructurada, que tiene apartes ilógicos.

Una fuerte crítica a la reforma a la justicia hizo ayer el presidente de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Javier Zapata , como no lo había hecho antes.

Zapata no sólo pidió el retiro de la reforma por encontrarla mal diseñada sino que afirmó que tiene “absurdos jurídicos” que terminarían desequilibrando las ramas del poder de la democracia.

“Si el proyecto no resuelve los requerimientos de justicia de la ciudadanía entonces es una modificación a medias. Retirar el proyecto para repensarlo es en este momento lo deseable”, dijo Zapata.

El jurista se basa en varios aspectos que contiene la reforma actual como por ejemplo el que 10 magistrados de la Corte Suprema de Justicia sean designados por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, siendo que ésta tiene origen político y partidista.

“No se entiende que una institución encargada del trámite disciplinario se la ponga a nivel de las jurisdicciones ordinarias, contencioso administrativa y constitucional. Es nuestro criterio por tanto que la Sala Disciplinaria, si se persiste en el error de eliminar la Sala Administrativa, no puede quedar formando parte de la Sala de Gobierno de la administración judicial”, dijo.

Las otras Cortes lo apoyan

El presidente del Consejo Superior de la Judicatura, magistrado Ricardo Monroy Church , estuvo de acuerdo en retirar la reforma por estimar que “desde el inicio del proceso hay una ausencia de diagnóstico, de estudio, de reflexión sobre hacia dónde debe conducirse la administración de justicia”.

Consideró Monroy que en el trámite en el Congreso han venido apareciendo propuestas “inusitadas, sorpresivas” que explicaron el retiro de las Cortes del debate.

El presidente del Consejo de Estado, magistrado Gustavo Gómez , estimó que mientras las observaciones que tiene la Rama Judicial a la actual Reforma no sean atendidas “para bien del pueblo colombiano sería mejor que se aplazara ese trámite y pensáramos en una recomposición de las causas que afectan la justicia”.

A juicio de Gómez, la reforma debilita el sistema de justicia porque “lo disuelve so pretexto de la descongestión”. Esto, en referencia a la posibilidad de que abogados tengan funciones jurisdiccionales y así pierda la ciudadanía la capacidad de tener un juez independiente.

Pese a las críticas, el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras , dijo que el Gobierno no va a retirar la reforma, y reiteró su invitación para que las Cortes participen en el debate.