Una orden de ley seca, tres tanquetas, la presencia del Comandante de Policía de la Estación de Suba, agentes antimotines y unidades de la Policía Metropolitana de Bogotá fueron necesarios para calmar a los manifestantes que no cesaban de gritar: Que no traigan a esos desechables. Si vienen van a tener problemas .
Los disturbios afectaron a diez cuadras del barrio, unos cuantos vecinos resultaron heridos y la Policía detuvo a 250 personas, la mayoría entre 12 y 20 años. Durante varios días los residentes de esa zona hicieron más de una manifestación en contra de los recicladores.
Recuerda esa triste historia? Cuando los recicladores buscaron un lugar para vivir, los vecinos de Suba se preguntaron qué era lo justo para ellos mismos y para sus cercanos, es decir, sus parientes y amigos del barrio, pero jamás se preguntaron qué era justo con los recicladores. No pensaron en sus diferencias y necesidades .
Con esas palabras, Eduardo Gutiérrez, director del Proyecto de Comunicación Axiológica de la Fundación Social, recuerda el acto de injusticia que el año pasado cometieron unos bogotanos. Para él, ese hecho constituye el claro ejemplo de que los colombianos no sabemos a ciencia cierta qué es ese cuento de la justicia. Es más, no tenemos claro que la justicia es mucho más que dar a cada cual lo que le corresponde o lo que es justo.
La justicia no significa igualdad, significa cooperar para satisfacer las necesidades de ambas partes y entender esto como una meta en las relaciones, teniendo en cuenta que las necesidades y los deseos de unas personas pueden estar en conflicto con los de otras , dice el libro 20 valores que usted puede transmitirles a sus hijos, de Editorial Norma.
Así el concepto de justicia se torna difícil de entender y tal vez por ello algunos deciden no reflexionar sobre el asunto y prefieren obrar con injusticia. Esa, en cambio, es más fácil de definir.
La injusticia es entendida como una situación en la que ha sido quebrantada una norma de derecho o de convicción. Por ejemplo, existe la norma de que la vida sea respetada, pero diariamente se quebranta con los asesinatos , explica Alfredo Fuentes Hernández, director ejecutivo de la Corporación Excelencia en la Justicia.
Por qué se ha perdido Si uno quiere ser justo tendría que tratar de pensar si lo que está pasando es justo con uno, con los que están a mi lado y con los que están distantes de mí , dice Gutiérrez.
Para la sicóloga María Claudia Abello, además de hacerse estas tres preguntas es importante que toda persona tenga claro que la justicia tiene tres categorías o situaciones. Hay justicia distributiva, que es la capacidad de dividir las cosas con equidad; justicia correctiva, que es poder tomar una solución acorde con el problema o que remedie el error, y justicia de procedimiento, que consiste en reunir la información pertinente para decidir de manera justa.
No estamos examinando las situaciones y mucho menos recogiendo la información que debiéramos. Por eso no aplicamos los principios de la semejanza y la diferencia para, por ejemplo, distribuir una carga de trabajo entre los empleados de acuerdo con sus características , agrega.
Gutiérrez considera que la envidia y el egoísmo también tienen mucho que ver con que haya tanta persona injusta. En su concepto, ha sido difícil que las personas entiendan que no solo deben pensar en su bienestar sino que también es necesario pensar en el de los demás.
Fuentes comparte esta opinión, pero considera que existe otro factor que atenta contra la justicia: la falta de credibilidad en las instituciones públicas y en el Estado, ya que son las encargadas de regir la vida en comunidad. Sus cimientos están carcomidos por la corrupción y eso lleva a que la gente haga justicia por su mano .
Y agrega: Pero la justicia no es una empresa solitaria, es una empresa de la comunidad, de la sociedad .
Y usted, qué piensa? Para que reflexione tenga en cuenta estas ideas del libro mencionado: -Justicia significa ir más allá de la letra escrita en los acuerdos y en las reglas para considerar qué es lo mejor para todos.
-Para ser justos, los niños deben creer que las necesidades o deseos de los demás deben ser tenidos en cuenta al mismo tiempo con los suyos.
-Para tener deseos de cooperar, los niños deben ser capaces de ponerse en el lugar de los demás y buscar acuerdos de manera que todos sientan que han sido oídos y han tenido las mismas oportunidades.
-Para ser justos, a los niños debe importarles el bienestar de los demás y deben superar su tendencia al egoísmo.
-Los niños son justos cuando sus mayores les dan ejemplo de justicia y generosidad. Y cuando no les fomentan su vicio a quejarse por todo lo que les sucede.
El Tiempo / 14 de diciembre de 1997