Miles de expedientes ingresan a los juzgados cada año, y dado que los jueces no logran fallar todos los asuntos que son puestos en su conocimiento, se van represando, haciendo así que anualmente crezca el volumen de expedientes que están pendientes por resolver.
Como se puede apreciar en la gráfica, dentro de la jurisdicción ordinaria, la especialidad que mayor volumen de expedientes represados (inventarios) ha tenido durante los últimos años ha sido la Civil, con 652.000 casos represados en 2006, reduciéndose a 520.000 casos a 2009. La diferencia con las demás especialidades es dramática, pues en efecto, la justicia penal (segunda con el mayor volumen de expedientes represados) registra unos inventarios de 192.000 expedientes sin evacuar en 2006, los cuales pasaron a ser 149.000 en el año 2009.
Las especialidades laboral y de familia tienen los menores inventarios (114.000 en laboral y 64.000 en familia para el año 2009). Finalmente, el sistema de responsabilidad penal para adolescentes presenta el menor nivel de inventarios, registrando en la vigencia anterior un total de 9000 procesos.
Si bien se observa que durante los últimos años se han reducido los inventarios de la justicia ordinaria, sería ideal lograr unos mínimos niveles, lo cual resulta fundamental para superar la problemática de congestión judicial en el país. Se debe prestar especial atención a la congestión en la justicia civil, que como se ha podido constatar, es la que mayor represamiento evidencia. Téngase en cuenta que dicha especialidad es a su vez la que más demanda tiene por parte de la ciudadanía, ingresando para 2007, 541 mil expedientes a los despachos civiles, mientras que en el mismo año ingresaron 273 mil expedientes en los juzgados penales, siendo estos los que registran la segunda mayor demanda. Por ello, urge la adopción de medidas y reformas encaminadas a optimizar la gestión al interior de los despachos judiciales de la especialidad civil.