Ibáñez Guzmán, quien será el sucesor en el cargo de Francisco Javier Ricaurte, alcanzó este lunes, después de tres rondas, los 16 votos que necesitaba por reglamento para quedarse con esa dignidad.

El resultado sorprendió porque, salvo una votación de finales de febrero pasado en la que también punteó, hasta ahora los magistrados Alfredo Gómez y Javier Zapata eran los que habían estado adelante.

Ibáñez, considerado como cercano al ex presidente Andrés Pastrana, es uno de los magistrados que investigan la parapolítica. En los casi dos años que completa en la Corte se ha distinguido por sus posiciones duras frente al escándalo de la infiltración de las autodefensas en los asuntos públicos.

Su casa en Bogotá fue asaltada en noviembre pasado. Hombres armados entraron a la residencia y se llevaron dos computadores portátiles.

Aunque el caso fue reportado como un robo, en la Corte quedó la sensación de que se trataba de un nuevo incidente de presiones ocultas contra sus miembros.

En los escasos ocho meses que le quedan de Presidencia, tendrá la difícil tarea de recomponer confianzas con el Gobierno. Después de casi dos años de pugnacidad, el magistrado Ricaurte y el ministro Fabio Valencia habían logrado recomponer en los últimos meses la confianza. Pero las revelaciones de los alcances de las ‘chuzadas’ y seguimientos del DAS a miembros de la Corte, ya comprobados por la Fiscalía, vuelven a enturbiar el ambiente.

Ayer, de hecho, el magistrado Jaime Arrubla, que estaba como presidente encargado, aseguró que está convencido de que el acoso a los magistrados no fue decisión de “mandos medios” del DAS y pidió que la Fiscalía y la Procuraduría lleguen hasta los que ordenaron los seguimientos.

¿Quién es Ibáñez?

Lleva dos años en la Sala Penal. Reemplazó al magistrado Álvaro Orlando Pérez, quien dejó el alto tribunal por motivos de salud.

Nació en Tunja, tiene 50 años y es egresado de la Universidad Externado de Colombia, con especialización en la Universidad de Salamanca. Fue uno de los asesores del Gobierno Pastrana en la negociación de la Corte Penal Internacional.
En la Corte, fue uno de los magistrados que se opusieron a las extradiciones de ‘paras’, en el entendido de que el Gobierno no está tomando las previsiones necesarias para que se garantice realmente el derecho de las víctimas a la Verdad.
También fue uno de los cuatro de la Sala Penal que estuvieron, hace unos meses, por frenar la renuncia de los congresistas al fuero, lo que los saca de la órbita de la Corte Suprema.

El Tiempo / 28 de abril de 2009