La directora del Inpec, Teresa Moya, dijo a Caracol Radio que la mayoría de las 1.200 personas que utilizan el brazalete electrónico tras una autorización de un juez de ejecución de penas, han respetado su uso y no han intentado engañar a las autoridades.
“Hay pocos casos en donde la persona pretende engañar a la autoridad, generalmente se está avisando a la policía, la mayoría de casos que se presentan es porque las personas están enfermas o tienen que atender una situación familiar. Un pequeño número ha intentado evadir los controles”, explicó la doctora Moya.
“Por ahora no se requieren modificaciones pero se están adelantando evaluaciones para ver si se hace un ajuste”, indicó la funcionaria.