El Consejo Superior de la Judicatura está integrado por dos salas, una encargada de juzgar disciplinariamente a funcionarios y abogados, y la otra, de administrar la Rama Judicial. Esta entidad fue creada en 1991 con el fin de garantizar la autonomía e independencia de la justicia. No obstante, el CSJ recibe críticas por varios frentes, el primero que ha reiterado Borrero son las bajas sanciones a funcionarios y abogados, segundo la necesidad de que existan profesionales preparados dentro de la Corporación y tercero, la baja ejecución de los recursos.
Para Álvaro Mendoza, decano de la facultad de derecho de la Universidad de la Sabana, el ‘lunar’ de las Altas Cortes es el Consejo Superior de la Judicatura y agregó que la experiencia de la creación de esta entidad no ha sido exitosa porque se ha politizado. “La experiencia no ha sido buena porque al CSJ han llegado magistrados de origen muy político que por lo tanto han manejado con ese criterio dentro de sus cargos”, aclaró.
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