Así lo expresó en una reciente decisión de la Sala Plena, en la que hizo parte del grupo de magistrados derrotados. En esa ocasión, la Corte tumbó un acto legislativo del 2008 que se aprobó sin vicios de trámite, pero que la mayoría entró a analizar a fondo para decidir que su contenido iba en contra de una de las principales figuras de la Constitución Política: la meritocracia.
Pero, quizás, la pregunta clave sobre las actuaciones jurídicas de Sierra Porto es: ¿cómo votó la primera reelección presidencial? En el 2005, hizo parte del grupo de magistrados que votó exequible la reelección.
En esa oportunidad, la Corte aprobó la reelección “por una sola vez y acompañada de una ley estatutaria para garantizar los derechos de la oposición”. En esa discusión, Sierra dejó constancia de que ese alto tribunal no podía analizar el fondo de los actos legislativos, sólo la forma.
El magistrado también ha seguido un principio jurídico que ha reflejado en algunas de sus decisiones: la favorabilidad hacia el legislador. De acuerdo con esta posición jurídica, en el examen formal de las leyes debe prevalecer la voluntad del Congreso, por ser un órgano de representación popular.
Ayer, el Gobierno dijo que ve plenas garantías en el examen que adelantará este jurista