El representante Miguel Gómez Martínez cuestionó el proyecto, que este jueves será votado en el Congreso.
El representante Miguel Gómez Martínez dijo que con la Reforma a la Justicia que este jueves será votada en el Congreso de la República “se perdió la esperanza de poder entregarle al país una justicia renovada en la que impere el cumplimiento de los términos, sirva al ciudadano de a pie y descongestione los despachos judiciales”.
Según dijo, “esta es una reforma que rompe récords. Propicia la Constitución más larga del mundo en el país de la justicia más lenta, por eso nos hemos ganado el indecoroso puesto 177 entre 183 países, en el indicador de celeridad del informe Doing Business del Banco Mundial. Sólo estamos por encima de Sri Lanka, Papúa, Suazilandia, El Salvador, Palau y las Islas Salomón”.
Martínez anunció que este jueves su voto será negativo porque la reforma no aborda los temas centrales de la crisis judicial, como la tutela, ni menciona la carrera judicial, ni exige el cumplimiento de los términos y mucho menos refuerza la capacidad de investigación que pueda tener la Fiscalía General de la Nación.
Gómez Martínez calificó la reforma como “insulsa, incolora y de mal olor”, pues terminó politizando aún más la justicia. “Esta es una reforma que no merece ser llamada de Justicia; es una reforma política”, afirmó el congresista. “Tragedia como la que sufrió Rosa Elvira Cely, no se solucionan ni se previenen con la Reforma a la Justicia, que seguramente se va aprobar”, enfatizó el representante del Partido de la U.