Esta sala le propuso a la Sala Administrativa el nombre del magistrado Angelino Lizcano como nuevo presidente. La Sala Administrativa se erizó: no quieren a Lizcano por, la que creen, su «estrecha relación» con Luis Fernando Almario, detenido por el asesinato de la familia Turbay Cote y por la que llaman «inexperiencia» para ejercer el cargo. Hace unas horas fueron convocados los magistrados de una y otra sala para elegir. Por la Sala Administrativa solo asistió uno de los seis magistrados. Como quien dice: comenzó el bloqueo.
Lo grave es que ese no es el único problema que enfrenta a las cortes: la Sala Disciplinaria no hace sino entutelar a la Administrativa, para que nombre funcionarios; la Sala Administrativa se resiste, muchas veces porque no los cree necesarios o porque se opone a la burocratización. Y claro, ese choque los mantiene en «agarrón». Lo peor de todo es que las tutelas siguen, a pesar de que la Sala Administrativa acaba de recibir un premio que la honra, ¡y de qué manera!: la certificación de excelencia en su funcionamiento.
CM& / 17 de marzo de 2009