El Polo Democrático estuvo a punto de hundir la reforma a la Justicia por un presunto error de procedimiento. Aseguran que la sesión de este miércoles, en la que Senado y Cámara definirán el texto de la norma, es ilegal.
Este miércoles, en el último día de la legislatura, los ajustes a la administración de justicia serán incluidos en la Constitución. Pero el Polo Democrático anunció que demandará la reforma a la justicia porque el Gobierno y los partidos políticos de la Unidad Nacional violaron la ley en el trámite que el proyecto tuvo en el Congreso.
La demanda será instaurada luego del análisis de las actas de los ocho debates que superó la reforma pero antes de que Senado y Cámara se pusieran de acuerdo para aprobar de discusión.
Error o jugada astuta, la plenaria del Senado anunció que este miércoles 20 de junio, el último día de las sesiones, se discutiría la llamada conciliación de la reforma. Sin embargo, cuando el secretario del senado, Emilio Otero, anunció el proyecto, en la secretaría del Senado no se había radicado el texto que debía ser discutido.
“Se anunció una plenaria para discutir un proyecto que no existía”, explicó el senador Jorge Enrique Robledo.
Según el senador, el reglamento del Congreso dice que para convocar un debate de aprobación de cualquier proyecto, se debe haber radicado el texto que va a ser objeto de discusión.
Eran las 6:20 de la tarde del martes cuando el Senado anunció que en su última sesión (20 de junio) se conciliaría la reforma a la justicia. Sin embargo, el texto, según Robledo, no había sido radicado.
Robledo alertó del error dos horas después. Le exigió al secretario del Senado que le presentara el texto del proyecto. La respuesta fue “en este momento no lo tengo”.
El senador del Polo, aprovechando que en ese momento presidía la plenaria su copartidario Alexánder López (como segundo vicepresidente del Senado), exigió que se verificara el quórum y, de no tenerlo, pidió levantar la sesión. Si eso se hacía, el Senado no podía sesionar este miércoles 20 de junio, por lo cual vencían los términos para aprobar la reforma a la justicia.
Alexánder López, al ver que la exigencia de Robledo podría enterrar el proyecto prioritario del Gobierno, optó por darles la palabra a los congresistas de la Unidad Nacional que con largas intervenciones retrasaron la verificación del quórum.
Fue un momento que el Gobierno aprovechó para llamar a cuantos senadores se habían retirado del recinto. El viceministro del Interior, Juan Camilo Restrepo, con celular y lista en mano, se encargó, durante más de una hora, de llamar a los parlamentarios a que regresaran al Capitolio. Fueron momento en los que desfilaron congresistas apresurados, convocados a última hora para salvar la reforma.
En ese momento llegaron los senadores que completaban más de 12 horas redactando la conciliación de los más de 30 artículos del proyecto.
Juan Carlos Restrepo (Cambio Radical), uno de los conciliadores, controvirtió la tesis de Robledo y aseguró que la conciliación había sido radicada “desde hace varias horas”, y aseguraba que el procedimiento del Senado había sido legal.
Pero a Robledo le asistiría la razón. A las 9:10 de la noche, el texto apareció en la plenaria del Senado. Sin embargo, no tenía ninguna de las firmas de los senadores que integraban la comisión de conciliadores.
A las 9:14 de la noche (según el reloj del recinto), el representante Germán Navas Talero apareció en la plenaria del Senado para certificar que en la Cámara de Representantes tampoco se había radicado el texto. a las 9:30 de la noche el viceministro del Interior llegó a la plenaria con las firmas de los conciliadores.
Pasaron dos horas desde la exigencia de Robledo de levantar la sesión del martes en la noche para que el Gobierno completara el quórum. En ese momento el Gobierno cumplió los requisitos legales para que el proyecto pudiera ser discutido este miércoles. Los ministros de Interior, Federico Renjifo, y de Justicia, Juan Carlos Esguerra, tuvieron que llegar al Capitolio para solucionar el presunto inconveniente.
Sin embargo, Robledo insiste en que la última sesión es ilegal, y lo que se apruebe en la plenaria carece de validez.
La bancada del Polo Democrático, que durante más de diez meses exigió el archivo de la reforma, y que fue derrotada sistemáticamente en ocho debates, ahora apostará por eliminar la norma mediante el recurso de la demanda. Dejó en manos de la Corte Constitucional la última decisión. Si el alto tribunal les da la razón, los ajustes a la reforma a la Justicia no podrían entrar en vigencia.