A pesar de que ninguno de los magistrados de esta Alta Corporación lo reconoce, en un mes de actividades ya son cuatro los roces que comprometen la unidad en esta Corte. El motivo de las disputas es el presupuesto.
La Sala Administrativa, es la encargada de administrar el presupuesto de la Rama Judicial. La Sala Disciplinaria responde por el comportamiento de los funcionarios judiciales y los abogados.
La última disputa se dio el jueves pasado. La magistrada Julia Emma Garzón ordenó el traslado, en máximo dos meses, de 139 despachos judiciales ubicados en el edificio Hernando Morales Molina, de Bogotá. La decisión se tomó porque el edificio tiene más de 60 años y amenaza caerse.
Para Jesael Serrano, presidente de la Sala Administrativa, este traslado podría costar unos $17.000 millones sin contar unos $5.000 millones.
Esto representaría una suma mayor que la que demanda la renovación del Palacio de Justicia de Cali, destruido en un atentado el año pasado. Un tema que también ha sido motivo de choque.
A esto se suma el plan de descongestión judicial emprendido por la Sala Administrativa y que según el vicepresidente de la Sala disciplinaria, Henry Villarraga, se hizo sin contar con ellos.
El Colombiano / 16 de febrero de 2009