Además, por ser víspera de un año electoral, en 2009 el Ministerio debe instalar la Unidad de reacción inmediata electoral, Uriel, para que sea esta la encargada de centralizar las denuncias y seguimiento a las investigaciones por delitos electorales, que si bien han disminuido en los últimos años, aún hoy siguen siendo factor de alteración de la voluntad popular mediante prácticas como el trasteo de votos y amenazas contra candidatos.
Entre las metas establecidas, quizá una de las que más llama la atención es la que da cuenta de que al término de este Gobierno no habrá más hacinamiento en los centros penitenciarios. “Con la construcción de 11 nuevas cárceles y el uso de brazaletes para que condenados por delitos menores terminen de cumplir su pena extra muro -explicó Valencia-, en 2010 el hacinamiento, que hoy es del 29 por ciento, estará en cero”.
Como en el Gobierno central consideran que Colombia está entrando en una etapa de posconflicto por la desmovilización de los paramilitares y por los éxitos contra la guerrilla de las Farc, otra de las metas en las cuales el Ministro hace énfasis es en la necesidad de promover mecanismos de reconciliación ciudadana y de fortalecimiento para reducir los índices de delitos en las ciudades, que han aumentado en casi todas las grandes urbes del país, como Medellín, Bogotá y Cali.
Y así, punto por punto, el jefe de la cartera política se comprometió con cifras ante la mirada atenta de sus más inmediatos colaboradores, que en los últimos meses se han ido acostumbrando al estilo gerencial y directo con el cual Valencia Cossio maneja los asuntos de su oficina. Si en la Presidencia de la República no se mueve nada sin que Álvaro Uribe lo sepa, lo mismo se puede decir de Valencia Cossio en el Ministerio del Interior.
Acostumbrado a grandes retos y olvidando por momentos el difícil momento familiar que atraviesa por la detención de su hermano menor, Valencia Cossio saca pecho y dice que tras seis años en los cuales los ministerios del Interior y de Justicia se juntaron en uno solo, por fin se fusionaron para trabajar en todos los campos “de manera transversal, sin pisarse la manguera”.
En cuanto a agenda legislativa, el Ministerio del Interior y de Justicia se centrará en los proyectos de descongestión de la Justicia, que fueron acordados hace unos días con los presidentes de las altas Cortes. Y en marzo presentará el proyecto de reelección de alcaldes y gobernadores, que puede ser la zanahoria para que los actuales mandatarios regionales y locales apoyen una nueva reelección de Álvaro Uribe, si es que el proyecto de referendo es aprobado en el Congreso y recibe el visto bueno de la Corte Constitucional.
LAS METAS
Justicia al día. En 2008 el índice de evacuación fue del 92%, en 2010, con la implementación de la Comisión para la Oralidad y la Justicia Pronta, más la Ley de descongestión judicial, debe ser del 147%.
Casas de Justicia y Convivencia. Actualmente existen 68 en todo el país, pero con la corresponsabilidad de los municipios, el sector privado y la cooperación internacional, en 2010 habrá 96.
Hacinamiento. Con un costo de US$481 millones, serán construidas 11 cárceles para habilitar 22.446 nuevos cupos. En 2010 el sobrecupo en las prisiones debe ser de cero. Hoy es del 29%.
Justicia y paz. El Ministro se compromete a que en 2010 debe haber cero muertes violentas de víctimas protegidas. Habrá, además, reestructuración para fortalecer los procesos de orientación, protección y reparación integral a las víctimas del conflicto.
Notariado y registro. En 2010 debe haber 123 oficinas interconectadas con ventanillas únicas para registro de propiedad de inmuebles y catastro.
Seguridad ciudadana. Será presentado un proyecto de ley para modernizar el Código de Policía con el ánimo de prevalecer la convivencia ciudadana. Habrá una Sala de Emergencia en el Ministerio con monitoreo radial conectado a la línea 123 y circuito cerrado de televisión.
Prevención de desastres. Fortalecer el Sistema de Prevención y Atención de Desastres para evitar tragedias. El municipio de Belalcázar, Cauca, será reubicado en una zona segura el año entrante.
Política antidrogas. El jefe de la Dirección Nacional de Estupefacientes será una especie de zar antidrogas encargado de liderar la política contra la producción, distribución y consumo. El manejo de los bienes incautados a las mafias dependerá de una unidad especial del Ministerio de Hacienda.
Cambio / 05 de febrero de 2009