Esguerra es bogotano y es abogado. Desde la época de su padre, quien fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia, escuchó hablar de la falta de presupuesto para la justicia. De allí que sostenga que ese tema no es nuevo. “Vengo oyendo hablar de insuficiencia de los recursos para la administración de la justicia desde cuando tengo uso de razón”, asegura.

En entrevista con Colprensa el Ministro de Justicia habló sobre este tema y de los retos que enfrenta el poder Judicial en el país.

¿Por qué se presentaron al Congreso dos reformas diferentes, cuando hubo un debate entre las cortes y el Gobierno para presentar un proyecto unificado?

“Sé que se trabajó intensamente por el término de un año y se buscó que hubiera un acuerdo sobre todos los temas y que al final no se consiguió tal cosa, lo cual no es necesariamente malo. Simplemente esto demuestra que hay distintas aproximaciones sobre el tema de la reforma a la justicia: una la del Gobierno y otra la del Consejo de Estado”.

¿Son muy diferentes los dos proyectos?

“Si se mira el proyecto del Gobierno y el proyecto del Consejo de Estado se encuentra que entre ellos hay muchos más puntos de contacto que discordancias. Pero estas son puntuales, claro”.

¿Cuál es la principal discordancia?

“Hay diferencias gruesas en un punto, pero es en un punto gordo, sobre la tutela, más específicamente en las providencias judiciales. En tema concreto es el sí o el no a la revisión eventual por la Corte Constitucional de todas las tutelas contra providencias judiciales, así las decisiones se hayan tomado desde las altas Cortes. También hay algunas diferencias ante la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura, así como en la propuesta relacionada con la búsqueda de fórmulas para ampliar la oferta de justicia mediante la utilización de otras personas: el caso de funcionarios administrativos, como notarios o algunos abogados. Ahí tenemos discrepancias”.

¿Existen otras propuestas de reforma a la justicia?

“Entiendo que hay un proyecto de la comisión de Acusaciones de la Cámara que también debería llegar a formar parte de la discusión, porque todos estos proyectos tendrán que integrarse en una sola discusión, para ser resueltos de una vez y conjuntamente en el Congreso”.

¿No cree que esto lo que está demostrando es un nuevo el “choque de trenes”?

“No veo ‘choque de trenes’, porque eso presupone la idea de una pelea y acá no la hay. Este debate se está dando y comenzó en los mejores términos, con la mayor altura, con absoluto respeto de los unos y los otros por las ideas de los demás. Antes, durante y después de las sesiones que se dieron esta semana siempre prevaleció la misma sonrisa, la misma benevolencia, el mismo ánimo constructivo. De manera que yo a eso no lo llamaría así”.

Por muchos años se ha hablado del presupuesto insuficiente para la justicia, ¿cómo se va a abordar este asunto?

“Esa es la historia y la realidad de los países pobres. La historia de que los recursos siempre son insuficientes para atender la totalidad de las necesidades. El caso de la justicia no es distinto. Yo vengo oyendo hablar de insuficiencia de los recursos para la administración de la justicia desde cuando tengo uso de razón, porque soy hijo de juez y en casa siempre se habló de este problema”.

¿Mayor cantidad de jueces y fiscales hacen una mejor justicia en Colombia?

“Mayor cantidad de jueces y mayor cantidad de fiscales sí hacen una mejor justicia en Colombia y en cualquier parte del mundo, como es natural. Pero eso solo no es suficiente para resolver todos los problemas de la justicia. Se resuelven también con mejores jueces y con mejores fiscales y se resuelven también con mejores abogados y bien formados. Eso tiene que comenzar desde las facultades de derecho”.

La suerte de la DNE y el Inpec

¿Cómo va el proceso de liquidación de la Dirección Nacional de Estupefacientes?

“Se tomó la determinación de dividir en dos tipos las tareas que la entidad viene cumpliendo: uno, las tareas de tipo político y de administración de la expedición de licencias, permisos y certificaciones, que van a quedar radicadas en cabeza del Ministerio de Justicia. Por otro lado, el manejo de los bienes inicialmente va a dejarse en manos de la dirección en liquidación, que se va a liquidar por conducto de una fiduciaria y luego, cuando se haya terminado la administración de estos bienes, eso lo hará en principio el Ministerio de Hacienda”.

¿Al fin, qué va hacer este Gobierno con el Inpec?

“Estamos viendo qué es lo que resulta más conveniente para tratar de resolver de raíz el problema con un instituto que no viene funcionando como una institución dedicada a la administración y al manejo de las cárceles y al cumplimiento de los deberes con el país y con los internos. La situación disciplinaria también obliga a que la revisemos con cuidado porque ha habido casos, de graves irregularidades, que han tenido lugar en no pocos establecimientos carcelarios. Buena parte de ellos imputables a quienes tenían a su cargo la administración y de quienes tenían a su cargo la vigilancia”.

¿Qué planea su cartera para resolver el hacinamiento? ¿Hay presupuesto para nuevas cárceles?

“Sí hay presupuesto para nuevas cárceles. Estamos en trance de construir algunas. Ahora se está buscando desarrollar nuevas posibilidades y en esa materia se ha avanzado considerablemente. Una de las cosas en las que estamos trabajando es en la de un convenio con la CAF (Corporación Andina de Fomento) que permita dar en concesión algunas cárceles, para ver cómo podemos complementar el esfuerzo que el Estado viene haciendo en la construcción de nuevos centros de reclusión”.

¿Cómo piensa trabajar la Ley de Víctimas para que cumpla su objetivo?

“La Ley de Justicia y Paz no ha funcionado en la práctica como soñó el país que iba a funcionar, me parece que se ha quedado rezagada frente a lo que eran las expectativas. Hay que ver cómo la impulsamos, cómo la ponemos a andar. Tenemos que ponernos de acuerdo todos los que somos protagonistas de esta situación, de una manera o de la otra. Más ahora, con la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras”.

A su juicio, ¿en dónde falló la Ley de Justicia y Paz?

“Las fallas han sido varias pero no creo que sea ni posible, ni sensato aun cuando fuera posible, buscar un chivo expiatorio de los problemas de la Ley de Justicia y Paz. Debemos aprender de la experiencia, de los errores que ha mostrado tener la ley, de los inconvenientes que ha tenido, para ver cómo la sacamos al otro lado”.