Por eso, Valencia Cossio pidió a la Procuraduría General de la República que investigue si en la remodelación de la antigua cárcel de San Isidro en Popayán se omitió lo ordenado por la ley.
Sin embargo, por parte del Gobierno, a través de la oficina del zar anticorrupción, se pondrá el asunto en conocimiento para que se indague el mismo procedimiento.
Esto quiere decir que la inversión de más de $7.000 millones, no se pudo aprovechar porque las condiciones estándares de las normas internacionales sobre derechos humanos no se cumplen.
En la antigua San Isidro hay 450 celdas, que debían ser utilizadas hace dos años para albergar 900 internos, pero no se pudo hacerlo porque no tenían sanitarios en su interior y las medidas no cumplían estándares internacionales.
El Ministro realizó este domingo una visita a la prisión de la capital caucana, en compañía de la directora nacional de prisiones, Teresa Moya, el director del centro carcelario, Gerardo Muñoz y el Alcalde de Popayán, Jorge Navia.
“Voy a pedir una investigación a la Procuraduría y al zar anticorrupción para que determinen por qué hicieron eso así; y vamos a tomar las medidas para hacer una nueva remodelación que no sabemos qué costo tiene, para no perder totalmente la que ya se hizo y recuperar al menos el 50% de los 900 cupos proyectados”, declaró el Ministro Fabio Valencia Cossio.
Estimó, además que se pueden unir dos celdas para hacer una, con las adecuaciones sanitarias necesarias, y así la capacidad de la penitenciaría se reduciría a la mitad de las celdas y a la mitad de internos.
“Salvaremos una parte de la inversión, pero al menos tendremos un centro carcelario como lo exigen los estándares internacionales”, precisó el Ministro.
El Espectador / 26 de enero de 2009