“la Fiscalía, cuando se trata de una captura de esta clase, lo primero que tiene que asegurase es que ella sea legal (…) entonces las decisiones acá las toman los jueces de control de garantías”, agregó.
Un juez de control de garantías no encontró pruebas suficientes que lo vincularan con los correos encontrados en el computador del jefe de las Farc ‘Raúl Reyes’. EL TIEMPO habló con él.
Rubén Darío Granda fue capturado el lunes junto con su esposa Elba Mercedes Aranda y su concuñado Carlos Emilio Palacio Gómez, a quienes también se les otorgó libertad.
Los tres eran acusados de los delitos de financiación del terrorismo y concierto para delinquir agravado.
El juez cuestionó la legalidad de las pruebas que fueron presentadas por la Fiscalía y Policía para sustentar lo que las autoridades consideraban como un gran golpe contra las finanzas del frente internacional de las Farc.
Esto a pesar de que en el expediente aparecen pruebas como correos del famoso computador ‘Raúl Reyes’ y manuscritos del abatido jefe guerrillero que los enredan con la organización delictiva.
En diálogo con EL TIEMPO, Rubén Granda dice que sus bienes son adquiridos lícitamente y que desde el 2007, cuando el Gobierno liberó unilateralmente a su hermano, desconoce su paradero.
¿Por qué el Juez de Control de Garantías lo deja libre?
Por todos los argumentos que se adujo en la defensa. Yo mostré el original de todas y cada una de mis declaraciones de renta desde el año 2004 hasta la fecha, con sus respectivos certificados de ingresos. En ellos se demuestra lo que yo tengo, y quedó claro para el señor juez que todas mis propiedades: mis fincas y una fábrica en Caucasia (Antioquia) son el producto además de 27 años de labor académica en las más prestigiosas universidades de Colombia (en la Universidad del Rosario, Sergio Arboleda, Universidad Central, Católica, Surcolombiana de Neiva, Corporación Universitaria del Meta, en la Escuela Superior de Administración Pública), además de eso soy escritor, soy investigador, consultor y soy asesor.
A la fecha tengo tres libros de mi autoría y sobre esos libros tengo una regalías. Entonces acá queda demostrado lo que siempre aduje, que este era un caso de sangre, porque soy hermano de Rodrigo Granda Escobar, ‘canciller’ de las Farc. Él es mi hermano por padre y madre, jamás lo he negado y jamás lo voy a negar.
Uno de los señalamientos es que precisamente todos esos bienes servían de fachada para el frente internacional de las Farc…
Eso fue lo que se demostró, que son bienes adquiridos lícitamente. En la actualidad no tengo ninguna comunicación con mi hermano. La última vez que lo vi fue en el Episcopado cuando el señor Presidente de la República lo nombró Gestor de Paz. Y en el Episcopado le dieron posada. Yo pude visitarlo como hermano porque fui con mi señora madre y al estar allá estaba presente el padre Darío Echeverri, allá desayuné, almorcé y comí con él. Pero hasta ahí. Desde ese día a la fecha no se de él. Lo único que se de él es por los medios de comunicación.
¿Cómo reciben usted y su familia un lío judicial de estos?
Sinceramente esto es muy duro. El lunes a las 6:30 de la mañana me estaba bañando. Yo acostumbro a levantarme a las 4 de la mañana a leer y a escribir. En este momento estoy escribiendo dos libros y con lo que me acaba de suceder voy a escribir otro que se llama La Lámpara de Aladino, porque precisamente todo lo de mi caso se da sobre los computadores del abatido ‘Raúl Reyes’, que son como una lámpara de Aladino a la que le solicitan algo y ahí aparece. Entonces es una situación muy difícil.
No sólo me detuvieron a mi sino que detuvieron a mi señora esposa y mi hijo había quedado ya sin papá y sin mamá. Pero bueno, soy muy claro en eso y pensándolo bien Dios sabe lo que hace.
A mi por ahí me preguntaban si tenía resentimientos: yo no soy una persona de resentimientos, soy un profesional no guardo resentimientos para nadie. Me preguntaban que si iba a pedir seguridad o algo. Tampoco lo voy a hacer. El día que me toque el momento de morir que así sea. Pero yo si quiero agradecer a la Policía Nacional de Colombia por el excelente trato que se me dio a mi, a mi señora esposa y al señor Carlos Emilio Palacio. Fue un trato de cordura, amabilidad y respeto; y eso yo lo quiero reconocer públicamente.
Existe un manuscrito de ‘Raúl Reyes’ donde aparece su nombre relacionado al pago de 126 millones de pesos ¿Cómo explica eso?
Sobre la orden de mi libertad el señor juez se refiere a eso como una prueba que no tiene ninguna validez, porque cómo demuestran ellos que ese era el cuaderno de ‘Raúl Reyes’. Todas estas pruebas fueron lo que llevaron a mi libertad.
¿Es cierto que usted y su familia tienen una mina de oro?
Yo Rubén Darío Granda no tengo ninguna mina de oro en ninguna parte, sería interesante que me la mostraran. Yo soy un catedrático que toda la vida he estado acá en Bogotá desde 1972. Es la primera vez que hablan de una mina de oro.
REDACCIÓN JUSTICIA