Señaló que la reforma debe comenzar por el profundo respeto a la independencia de la rama judicial, en lo que ha sido contundente y claro el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras.
“Pero además, a la justicia debe proporcionársele los recursos necesarios para cualquier transformación y cambiar el sistema de gobierno de la misma en cuanto al Consejo Superior de la Judicatura, al que deben suspenderle cosas que no son competencia de un órgano de gobierno”, dijo.
El ex magistrado Jaime Córdoba Triviño dijo que son muchos los puntos por definir, entre ellos el respeto, la autonomía, la independencia presupuestal para que no quede al vaivén del gobierno de turno, la reforma de la Judicatura y un punto muy importante: un examen crítico de lo que ha sido el sistema penal acusatorio y de la función propia de la Fiscalía, en especial en lo referente a la policía judicial, que sigue siendo un elemento crítico dentro del sistema.
La directora de la Corporación Excelencia en la Justicia, Gloria María Borrero, dijo que el nuevo gobierno arrancó bien frente a la administración de justicia, elaborando ya un cronograma de actividades, que aparentemente tiene un breve término.
En ese lapso, dijo se puede acordar una nueva arquitectura de la rama, como la existencia o no del Consejo de la Judicatura, los períodos de los magistrados y algunas funciones de las Altas Cortes. Pero en cuanto a reforma de códigos en los diferentes aspectos, estos deben venir después, tras acordarse esa nueva arquitectura de la jurisdicción.
Los expertos consultados por Caracol Radio coincidieron en que a las Cortes hay que quitarles las funciones electorales, por ser un factor distractor de su verdadera esencia judicial e involucrar a los magistrados en asuntos que son políticos, como entregar ternas para contralores (nacionales y departamentales), o para Procuraduría, entre otros.