Bogotá, 11 de diciembre de 2019. A continuación, se realiza una transcripción del artículo publicado por El Colombiano. El texto y la imagen fueron tomados de su página web.
La puja por la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia sigue frenada. En la tarde de ayer los 16 togados se reunieron, sin éxito, en sesión extraordinaria para votar algunas vacantes del alto tribunal. Desde las 8:00 a.m. de hoy se reanudarán los esfuerzos por dirimir las diferencias, ir llenando las vacantes, y lograr la votación suficiente para la elección del próximo Fiscal general.
Actualmente, las cuentas están así: la Sala Laboral tiene cuatro magistrados en función y tres vacantes; la Sala Civil, seis ocupados y solo uno por nombrar, y la Sala Penal, cuenta con seis magistrados y carece de tres. (Ver infografía)
La Corte está al filo de perder el quórum de 16 magistrados necesarios para poder sortear este trámite y las cosas parecen no mejorar. Fuentes cercanas al Palacio de Justicia le confirmaron a EL COLOMBIANO que, de las múltiples fracturas internas que sufre el tribunal, se pueden detectar por lo menos tres que desembocaron en este atolladero.
En primer lugar, la división que existe entre la Sala Laboral, Civil y Penal que se remonta a comienzos de 2018, cuando se creó la Sala de Primera Instancia y la Sala de Instrucción. A la hora de escoger los nueve candidatos (tres para la de primera instancia y seis para la de instrucción) los civilistas y laboristas le solicitaron a sus colegas penalistas sortear la elección en cuotas de tres candidatos por cada sala.
La Sala Penal rechazó el llamado e impuso su mayoría de nueve votos para elegir a los magistrados de las nuevas salas. Fuentes cercanas a este medio aseguran que la decisión no cayó muy bien entre los magistrados de las otras dos salas y, en retaliación, hoy tienen frenada la elección de los magistrados faltantes.
Así las cosas, los penalistas ya no tienen una mayoría arrolladora para poder nombrar magistrados.
Esto lleva al segundo elemento. La Sala Penal ha postulado como posible reemplazo del exmagistrado Jose Luis Barceló al otrora magistrado auxiliar de Leonidas Bustos: Fabio Ospitia. Este nombre ha generado bastante resistencia por parte de la Sala Laboral y Civil e incluso de dos magistrados de la Sala Penal, debido a la cercanía del candidato con Bustos, quien es investigado por el caso del Cartel de la Toga.
En tercer lugar, aún es posible notar las rencillas que quedaron por la puja que se vivió entre los civilistas y laboristas al momento de elegir al actual presidente y vicepresidente del alto tribunal en el marco de la paquidérmica elección del Registrador Nacional.
La vacancia judicial está a la vuelta de la esquina y la última sala plena ordinaria tuvo lugar la semana pasada, el mismo día que los togados escucharon a los candidatos para ocupar el cargo de Fiscal General.
Ante la inminencia, el presidente de la Corte Suprema, Álvaro García, dijo en Caracol que “se harán las sesiones que sean necesarias” para encontrar los magistrados restantes.
Así mismo, se ha conocido la posibilidad de cambiar el reglamento de la corporación para que el quórum necesario para votar por un nuevo magistrado (2/3 partes del total de los miembros, en este caso 16 de 23) se calcule sobre el número de los togados activos, es decir, las dos terceras partes de los 16 miembros que hoy están en función.
De igual forma, el fantasma de la conmoción interior que se ventiló en medio de la polémica por la frustrada extradición de Santrich, reapareció entre los medios de comunicación como una alternativa para elegir, vía decreto presidencial, los magistrados faltantes, luego de que el magistrado Ariel Salazar Ramírez termine su periodo en febrero del próximo año y descomplete así el quórum necesario.
Sin embargo, para Antonio Barboza, profesor de Derecho Constitucional en Eafit, “en esta ocasión la opción de declarar conmoción interior no es viable, pues esta acción está dirigida a tomar medidas que ayuden a conjurar una crisis de orden público que no pueda ser tramitada bajo los medios ordinarios. Además, esta medida supondría una grave violación de la independencia de la Corte Suprema”.
Contexto de la noticia
Hernando Herrera, director de la Corporación Excelencia en la Justicia explicó los recursos que usará para hacer cumplir a los togados.
· Derecho de petición para que se programen sesiones extras.
· Excepción por inconstitucionalidad para conocer los votos secretos de los magistrados.
· Acción de cumplimiento para que elijan los magistrados.
Consulte el artículo en el siguiente enlace: https://bit.ly/2RSaO5R