Muchas de esas propuestas circulaban en avisos de periódicos en los cuales los reclutadores requerían mujeres de tallas 6 u 8, solteras y preferiblemente sin hijos, con disponibilidad tiempo completo y para trabajar de inmediato en lujosos restaurantes y discotecas de la ciudad de Medellín.
Uno de los ganchos para que ellas aceptaran es que miembros de la red le aseguraban que en los sitios donde iban a trabajar acudían personalidades o personas famosas.
Una vez “aceptadas” eran nuevamente contactadas para explotarlas sexualmente.
La red tenía su centro de operaciones en Medellín y muchas de las víctimas salían de allí hacia ciudades como Cartagena, Santa Marta, Cúcuta, Bucaramanga, Barrancabermeja, Doradal, Bogotá, y Magdalena Medio. También a otros municipios de Antioquia.
En total fueron capturadas 69 personas, entre ellas 17 mujeres.
Las autoridades identificaron a un hombre con el alias de ‘Dilton’ como uno de los principales jefes de la red.