De otro lado, con la modificación del artículo 110 se determinan “circunstancias de agravación punitiva para el homicidio culposo”, aplicando el máximo penal mencionado anteriormente “si al momento de cometer la conducta el agente se encontraba bajo el influjo de bebida embriagante o de droga o sustancia que produzca dependencia física o síquica y ello haya sido determinante para su ocurrencia” o “si el agente abandona sin justa causa el lugar de la comisión de la conducta”.
Sobre el tema EL NUEVO SIGLO dialogó con varios integrantes de la Comisión Primera de la Cámara, célula en la que se analizará la propuesta de Barreras, que aunque a simple vista pudiera ser una solución efectiva, parece no agradar mucho en el Legislativo.
River Franklin Legro, del Polo Democrático Alternativo, indicó que “estamos en un proceso de incrementar las penas por todo y me parece que allí tiene que hacerse una labor educativa y de prevención con la gente”.
“Me gustaría que esos temas se ligaran en el Código de Policía, en un código de convivencia o que fueran temas de prevención que se trabajen con las alcaldías y las gobernaciones. Que no quede todo en aumentar penas con lo que se infringe el derecho de libertad de todos los ciudadanos”, puntualizó el congresista.
Frente al ambiente de la Comisión para la discusión del proyecto, Legro señaló que sin duda “es un tema discutible que va a generar mucho debate”.
Entre tanto, el representante liberal Carlos Piedrahita aseguró que el proyecto, “en el sentido que busca responsabilidad para que los conductores no consuman licor cuando manejan un vehículo automotor, de servicio público o privado, tiene buen ambiente”.
Sin embargo, recalcó Piedrahita, “me parece que en el aumento de las penas no está la solución para evitar el aumento delictivo en el país. Debe haber algo más cultural, no sólo para este delito, sino para todos. El aumento de las penas no disminuye el aumento de delincuencia del país”.
“El proyecto puede sufrir aplazamiento porque no hay claridad meridiana entre todos los congresistas”, advirtió finalmente el legislador.
Para la muestra…
La Policía Nacional realizó, a septiembre de 2008, un total de 754.036 pruebas de embriaguez a nivel nacional, con los alcohosensores manuales que adquirió recientemente gracias al Fondo de Prevención Vial.
Del total de pruebas realizadas hasta el mes pasado, 9.554 conductores presentaron niveles de embriaguez por encima de los permitidos por la ley, por lo que la Policía hizo un llamado para que no mezclen gasolina y alcohol.
Las pruebas se realizan en el marco de la campaña denominada Aliento de Estrella que tiene como objetivo confrontar la práctica peligrosa de consumir licor y manejar un vehículo.
Este no es el primer llamado de atención de la Policía para los conductores, pues en junio pasado, dado el alto número de accidentes que por el consumo de alcohol se presentaron, la entidad también se pronunció. Según los datos que la institución brindó a mediados de años sobre el particular, en junio 803 conductores fueron inmovilizados tras comprobarse que manejaban en estado de alicoramiento. De ellos, 411 registraron primer grado de alcoholemia; 265 dieron positivo con segundo grado y 127 con grado tres.
El Nuevo Siglo / 14 de octubre de 2008