Bogotá, 12 de noviembre de 2020. A continuación, se realiza una transcripción del artículo publicado por El Tiempo. El texto y su imagen fueron tomados de su página web.
Para muchos encontrar el amor es un imperativo para vivir una vida feliz. El objetivo —y la necesidad— de vivir en pareja se ha naturalizado en el cine, en la televisión y en los libros.
Encontrar a la ‘media naranja’ es, al mejor estilo de las cintas de Disney, un cuento de hadas en el cual el propósito es vivir “felices para siempre”.
Ese ideal suele representarse en el matrimonio, una unión que, dependiendo de la cultura en la cual se lleve a cabo, tiene implicaciones legales y/o religiosas.
En el extremo contrario de una visión idealista del matrimonio están los divorcios, la disolución del matrimonio causada, generalmente, ante el desacuerdo con la unión por parte de alguna de las partes involucradas.
En Colombia, según la Corporación Excelencia en la Justicia, entre 2016 y 2019, 40 de cada 100 matrimonios registrados terminaron en divorcio.
Con este panorama muchos se preguntan si es mejor optar por la soltería. En los últimos años varios estudios han intentado responder esa pregunta llegando a conclusiones sorprendentes.
Los solteros viven menos, pero son más felices
La felicidad se les facilita a los solteros. Ese fue el curioso hallazgo de una investigación independiente dada a conocer en noviembre por el comparador de seguros español Acierto.
Al comparar la edad promedio de fallecimiento de solteros y casados, la compañía encontró que los solteros pueden vivir entre 8 a 17 años menos que los casados.
Esto se debe a que, quienes nunca han contraído nupcias o no han pasado por un proceso de divorcio, tienen hasta 28 por ciento más posibilidades de fallecer por una enfermedad cardíaca.
El estudio dice que los solteros son más felices porque tendrían más tiempo libre. Curiosamente, los que no tienen pareja llegan a pesar, en promedio, 2, 3 kilogramos menos que los casados. Esto puede incidir en su autoestima y en su construcción de valores.
Eso sí: la razón por la cual los solteros vivirían menos se da porque su felicidad ‘viene con estrés incluido’, según reseñó ‘El País’, de Uruguay, en torno a la investigación.
Al parecer, quienes no tienen pareja tendrían mayores problemas para vacacionar, comprar seguros y tener casa propia.
¿Y los amigos?
En 2015, las sociólogas Naomi Gerstel y Natalia Sarkisian publicaron un ‘paper’ en el Journal of Social and Personal Relationships (Revista sobre las relaciones personales y sociales) en el cual intentaron responder si el estado civil se relaciona con que las personas se integren más o menos con sus grupos sociales.
Ellas hallaron que los solteros tienen lazos más fuertes con sus amigos y vecinos en comparación con las personas casadas.
Ese dato toma especial relevancia si se contrasta con los hallazgos del psicólogo William Chopik, autor de una investigación publicada en 2017 (en la misma revista científica que el estudio anterior), sobre la relación de la felicidad con la amistad y la familia.
Chopik encontró, en una muestra de más de 270.000 personas de 10 países, que tanto los lazos fuertes con amigos como con familiares están relacionados con más felicidad y salud; sin embargo, a medida que pasa el tiempo los amigos se vuelven cada vez más cruciales para el bienestar que la familia (incluida la pareja).
Los casados tienen más sexo
Este reveló que los adultos estadounidenses tienen menos sexo hoy que hace 25 años. De cualquier modo, los solteros lo tienen aún menos que los casados de su misma edad.
Desde la publicación del artículo, Twenge ha explicado en algunos medios de comunicación, como la revista ‘Time’, las aristas de sus resultados.
Ha aclarado, por ejemplo, que la principal razón de que después del ‘Sí, acepto’ se tenga más posibilidades de tener relaciones sexuales es que la oportunidad suele estar más disponible, teniendo en cuenta la constante presencia de una pareja.
El veredicto
La respuesta a la pregunta de si se vive mejor casado o soltero es que no hay forma de saberlo a ciencia cierta.
Aún no hay un estudio que abarque por completo cómo se relacionan los aspectos integrales de la vida amorosa (o su ausencia) con el ‘buen vivir’.
Hasta el momento, el consenso parece ser que ambos estados civiles tienen sus cosas buenas y malas. En general, algunos expertos dicen que los solteros tienen más amigos y son más saludables, pero, como vimos, otros dicen que viven menos y tienen menos sexo.
Aunque el estado civil sí influye en el transcurso de la vida, la ciencia todavía no ha indicado que la soltería o el matrimonio apunten concretamente al éxito o a la miseria.
Consulte el artículo de El Tiempo aquí.