Según la Fiscalía Seccional de Cali, “un hombre, que parecía estar haciendo deporte frente a un parque, fue quien lo atacó sorpresivamente con arma de fuego por la espalda en varias ocasiones, causándole la muerte”.
Según el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Gustavo Adolfo Ricaurte, “el fiscal apoyaba la investigación del atentado contra el Palacio de Justicia, perpetrado en agosto de 2008 y en el que murieron cuatro personas y 26 más resultaron heridas”.
La Fiscalía General vinculó a varios guerrilleros de las Farc como autores de ese ataque.
Ricaurte precisó que hay hechos que deben ser tenidos en cuenta dentro de la investigación para establecer lo sucedido con Martínez.
“Hoy (ayer) es el aniversario del frente Manuel Cepeda Vargas, grupo subversivo que opera en Cali. Además, el señor fiscal estaba a cargo de otras investigaciones de apoyo a la Policía como el asalto al Banco Santander”, afirmó el oficial.
Otra investigación importante que apoyaba Martínez estaba relacionada con el carro bomba que estalló en Cali el pasado 1 de febrero contra la sede de la Regional de Inteligencia de la Policía, Ripol. En esa oportunidad murieron dos personas y más de 50 resultaron lesionadas. La Fiscalía les imputó cargos por estos hechos a varios guerrilleros de las Farc.
Las autoridades ofrecieron 10 millones de pesos como recompensa a quien entregue información sobre el hecho.
El fiscal Jairo Martínez Olano se desempeñó como juez de instrucción criminal en Cali. En 1992 fue nombrado fiscal especializado sin rostro (figura creada para proteger la identidad de los fiscales que investigaban casos relacionados con narcotráfico y la cual fue utilizada hasta 1999).
El presidente de la Federación Nacional de Colegios de Jueces y Fiscales, Héctor Alonso Martínez, no solo rechazó el crimen sino que destacó la labor que adelantaba la víctima a pesar de los riesgos que constantemente lo acechaban.
A través de un comunicado recordó que el Fiscal asesinado no contaba con escoltas a pesar de los casos que tenía en sus manos y destacó que este no debe ser mirado como un hecho aislado.