EL TIEMPO conoció los documentos que registran las versiones obtenidas por la Fiscalía en la fase de interrogatorio, la cual sirve para orientar el proceso y adquiere peso definitivo si los declarantes se ratifican en audiencias formales ante la justicia.
Fernando Tabares y Jorge Lagos afirman que las dos reuniones con altos funcionarios de Palacio -de los que niegan haber recibido órdenes- fueron sobre el caso del polémico empresario Ascencio Reyes, de quien el Gobierno tenía reservas por supuestos vínculos con narcos.

Hasta el momento, las investigaciones de la Fiscalía han encontrado evidencias de seguimientos a los magistrados, que han sido calificados como un “irrespeto a la justicia” por el fiscal Mario Iguarán. Ahora las versiones de Lagos y Tabares se suman a las pesquisas para determinar el origen de las actividades de inteligencia del DAS que terminaron tocando a los miembros de la Corte.

La Operación ‘Paseo’

Los funcionarios admitieron que el DAS pidió información de varios magistrados a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), para “confirmar o desvirtuar si existía alguna penetración por parte de Ascencio Reyes”.

Los rastreos financieros, dijeron, se originaron a partir de la invitación que Reyes les hizo a los miembros de la Corte Suprema a la ciudad de Neiva, a mediados de 2006.

Añadieron que la preocupación del Gobierno por establecer si el narcotrafico quería infiltrar a la Corte llevó a que casi un año y medio después, en noviembre de 2007, el DAS ordenara investigar ese evento social.

“Aproximadamente en noviembre de 2007 me manifestó la directora, Pilar Hurtado, que verificara en forma verbal un posible viaje de unos magistrados con un señor llamado Ascencio Reyes, este último al parecer con nexos con el narcotráfico”, dijo Lagos en su declaración.

La operación, agregó, fue bautizada por la UIAF como ‘El paseo’ y así fue referida luego en los archivos del DAS (en tres carpetas) y en las conversaciones que sobre el tema se hicieron en Palacio.

Las dos citas

Lagos y Tabares, que salieron del DAS al conocerse el escándalo, en febrero, relataron a la Fiscalía, con detalles, sus visitas a la Casa de Nariño.

El primero admitió que fue allá en dos oportunidades para hablar de ‘Paseo’. La primera, una vez que la ex directora Hurtado lo envió a que le entregara al jefe de Prensa, César Mauricio Velásquez, los resultados de la investigación del viaje de la Corte a Neiva.

Después fue con Hurtado y Tabares a la oficina del secretario general de Presidencia, Bernardo Moreno. Iban a reconocer en una fotografía a Reyes.

Lagos dijo que en ambas reuniones el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria entró y salió. Y que nunca recibió instrucciones de ninguno de ellos para hacer seguimientos a magistrados o interceptar sus comunicaciones.

“Ingresé por la puerta normal de visitantes, me hice anunciar para la oficina de César Mauricio (…) Ingresé a su oficina, me senté en una mesita que tenía a un lado, le conté el resultado de la verificación que había encontrado del vuelo (…) -relató Lagos-. En eso llegó el doctor José Obdulio, le hice el mismo comentario, le conté que había encontrado el vuelo, los días que habían viajado, no recuerdo si se quedó con una copia del listado, y salí de la oficina (…) No me dio ninguna instrucción”.

El hasta hace poco jefe de Contrainteligencia del DAS negó que hubiera destruido material que comprometía a la institución con los supuestos seguimientos ilegales.
 
En ese sentido, aseguró que lo que divulgó la Revista Semana no era cierto y que esa publicación habría sido engañada por ex funcionarios del DAS que supuestamente conformaban una cadena de corrupción y que fueron destituidos al comprobárseles ingresos injustificados por más de cien millones de pesos en sus cuentas.

También dijo que lo que la revista mostró como una destrucción de material probatorio supuestamente corresponde al trasteo de documentos que miembros de su equipo le ayudaron a llevar de su casa, porque debía entregar el inmueble y no tenía dónde dejarlos.

“Si buscamos un responsable pueden ser varios, porque fueron muchas personas que se retiraron y que estaban enquistadas en el Departamento (…) Se podía apreciar flujos de dinero adicionales a sus sueldos, mayores a 100 millones de pesos (…) Unos verdaderos guetos corruptos”, dijo.

El temor a esos ‘guetos’ fue el que argumentó para pedirle a la Fiscalía que les dé protección a él y a su familia.

Tabares dijo que solo fue a reconocer una foto

El capitán (r) Tabares dijo en la Fiscalía que el DAS no tiene capacidad técnica para interceptar teléfonos, pero admitió la existencia de los llamados ‘equipos tácticos’, aparatos especiales para escanear el espectro electromagnético y para grabar algunas llamadas cuando el objetivo está a unos 60 metros de distancia.

Dijo, además, que durante el escaneo del espectro “el equipo automáticamente graba las comunicaciones que detecta”, pero que cualquier interferencia obstruye su operación y reduce su radio de alcance o acción.

Explicó que para efectos de la Operación ‘Paseo’ (el viaje de los magistrados a Neiva, con Ascencio Reyes), fue en una oportunidad a la oficina del secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno, en compañía de la ex directora Hurtado y Lagos.

“Solamente asistí una vez a la Casa de Nariño, en donde coincidimos la doctora María del Pilar Hurtado, el capitán Lagos y yo. Y en ella solo se trató del reconocimiento de una fotografía del señor Ascencio Reyes. En ningún momento se trató tema alguno referente a los magistrados. O por lo menos yo no lo traté”, dijo Tabares a la Fiscalía.

Confirmó que en esa visita a Palacio se reunió con el secretario Moreno; el consejero Jorge Mario Eastman y el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria.

El propósito de esa cita, según le dijo al fiscal del caso, era establecer si Reyes aparecía en una fotografía con el fiscal Mario Iguarán en la posesión de este último, pues al Gobierno le preocupaba que una persona con sospechas de narcotráfico hubiera entrado a Palacio.

Tabares también habló de otro escándalo del DAS, el seguimiento denunciado el año pasado por el senador Gustavo Petro, que terminó con la salida de la directora Hurtado.

Dijo que que no se violaron los derechos del congresista porque la solicitud que se hizo a las regionales aludía a “información disponible”, es decir, procedente de “medios abiertos”, pero que nunca se ordenaron seguimientos o interceptaciones.