Las conclusiones, entregadas por el secretario de prensa de la Casa de Nariño, César Mauricio Velásquez, único autorizado para hablar del tema, fueron muy del corte oficial. “El resultado es el mejor: un encuentro fraterno, cordial. Se han tocado todos los temas pertinentes, lógicamente de la Corte Suprema de Justicia al Ejecutivo, y todo ha sido con el mejor ambiente, con el mejor espíritu patriótico”.
Por lo pronto, lo más que se espera es que ambas partes inicien un período de no agresión mutua.
Ni Uribe ni el Presidente de la Corte, ni el cardenal Rubiano, mostraron disposición a decir siquiera una palabra.
Tan pronto terminó el encuentro, Rubiano viajó a Australia. Una fuente de su despacho se limitó a decir que “el señor Cardenal viajó muy contento”.
En lo que sí insistió el vocero de la Casa de Nariño, fue en que el encuentro estuvo “cordial, amigable, entretenido y muy ilustrativo”.
Con tour incluido
Uribe llegó ayer al Palacio Arzobispal a las 10:56 de la mañana, sin que los periodistas estuvieran enterados de esa visita. Ricaurte ya había llegado y el cardenal Rubiano procedió a darles un recorrido guiado por el lugar, como un primer paso para quitarle tensiones al encuentro.
El recorrido acabó en la capilla privada del Cardenal y allí Uribe y Ricaurte acompañaron al prelado a hacer una oración que leyeron los tres. Fue entonces cuando pasaron a un salón adjunto para darle inicio a la reunión, a la que solo permitieron el ingreso adicional de César Mauricio Velásquez, secretario de Prensa de la Presidencia.
La cita, en principio, estaba prevista para el pasado fin de semana, pero Uribe pidió correrla para ayer.
Aunque la crisis entre esos dos poderes se alimenta de diversas causas, fue el manto de duda que la Corte Suprema de Justicia extendió sobre la legitimidad del segundo mandato de Uribe, a través de la sentencia condenatoria contra Yidis Medina, por el delito de cohecho, el pasado 26 de julio, lo que llevó la confrontación a su punto más alto.
“El delito no puede generar ningún tipo de legitimación constitucional o legal, razón que lleva a la Corte a ordenar la remisión de copia de esta sentencia al Tribunal Constitucional y a la Procuraduría General de la Nación para los fines que estimen pertinentes”, dice la sentencia contra Yidis, en uno de sus apartes que más duro toca a Uribe.
Como se sabe, la Corte Suprema en su sentencia aseguró que Yidis votó a favor de la primera reelección de Uribe en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, no por su convicción, sino en atención a dádivas entregadas por el Gobierno.
Uribe y varios de sus ministros han cuestionado la “objetividad” de la Corte. El mandatario aseguró que los integrantes de su sala penal “aplican justicia selectiva” y hasta ha sugerido que hay complicidad de ese tribunal con ilegales.
“La trampa del poder del terrorismo agónico, para la cual se han prestado magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, no parece tener solución judicial”, dijo Uribe al anunciar la semana pasada que llevará al Congreso en la próxima legislatura un proyecto de referendo para que el pueblo decida si deben repetirse las elecciones del 2006, cuando fue reelegido.
El Gobierno, además, siente que la Corte, a través de la ‘parapolítica’, se ha ido de frente contra muchos de sus aliados, por razones no siempre jurídicas.
“Ha sido una reunión fructífera, cordial, (…) Con el mejor espíritu patriótico, tanto del Presidente como del Presidente de la Corte Suprema”, dijo César Mauricio Velásquez, secretario de Prensa de Palacio.
Ambiente positivo
JAIME GIRALDO ÁNGEL
Ex ministro de Justicia.
Es necesario y me parece que es importante que se empiecen a limar las asperezas. La Corte tiene que entender que su función en el sistema democrático colombiano es judicial y no política.
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
Ex magistrado de la Corte Constitucional.
Es una contribución muy valiosa de la Iglesia. Creo que a través de eso se vela por la vigencia de la institucionalidad y las leyes, y que mediante el diálogo es posible superar dificultades.
ARMANDO ESTRADA
Ex ministro del Interior.
Eso está bien, que se sienten a conversar, que se busque la solución por fuera de los insultos y agravios. La Iglesia es muy importante, porque es independiente y goza de credibilidad.
MARTHA LUCÍA RAMÍREZ
Senadora del partido de ‘la U’.
Me parece bien. Eso es lo que en Colombia necesitamos, que los poderes funcionen en armonía. Debe haber colaboración y cualquier participación de la Iglesia es conveniente.
El Tiempo / 08 de julio de 2008