Así lo evidencian los resultados de la investigación realizada por la Corporación Humanas y el Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género durante el 2008, donde se identifican los ejes de la violencia sexual en el conflicto.

La primera conducta analizada corresponde a las acciones de los diferentes actores armados para mejorar la posición militar que tienen o conseguir un beneficio específico para sus intereses.

Una mujer relató su experiencia tras un ataque de las Farc en el Chocó. “Desde los primeros meses del 2007, las Farc presionaban a mi esposo, que era motorista de una lancha, para que les ayudara. Un día tres tipos vinieron al rancho y como no lo encontraron me pegaron, me insultaron, destruyeron mi hogar y abusaron de mi. Mientras uno me violaba otro me tapaba la boca para que no gritara. El que me violaba, gritaba que tenía que disfrutarlo para que no me mataran. Lo peor es que de esa tortura aún tengo una enfermedad de transmisión sexual”.

Con mucha frecuencia la violencia sexual contra mujeres también se da en el contexto de privación de libertad, que puede ocurrir como consecuencia de un retén, detención legal o un secuestro.

“Me montaron en una patrulla y me quitaron la ropa, empezaron a pegarme con las manos y a insultarme”, relató una mujer sindicada de pertenecer a la guerrilla y que fue capturada por el Ejército.

El tercer eje de acción es para lograr la toma armada de una región. En este caso la violación ocurre por la autoridad. En la Vega de Cáchira, Norte de Santander, zona bajo control de las Farc, varias mujeres fueron violadas por guerrilleros de esta agrupación en 1997.

“Tenía 15 años. Los hechos sucedieron en las veredas Cuadras y el Filo, además de mí, otras 15 mujeres fueron abusadas por la guerrilla. Eran las 10 de la noche cuando llegaron a la casa tocando y diciendo que tenían hambre y las mujeres se levantaron a cocinar. Luego de que comieron empezaron a abusar de nosotras y nos mataron a los esposos porque se metieron a defendernos”.

“En el conflicto armado que hay en Colombia, la mujer es violentada por todos los actores, no sólo ilegales, también por miembros de la Fuerza Pública”. ESTUDIO DEL CENTRO REGIONAL DE DERECHOS HUMANOS Y JUSTICIA DE GÉNRERO, Versión 2008.

El último de los contextos identificados en el estudio es el delito cometido en las filas, es decir, violencia sexual contra las mujeres pertenecientes a la agrupación armada.

Este es el relato de una ex combatiente de las Farc, que ingresó al grupo con 12 años de edad.

“Desde que uno llega allá le ponen dispositivos o inyecciones anticonceptivas. Las embarazadas tienen que abortar, en la mayoría de los casos el comandante es quien decide el futuro. Hay muchas que se han volado por eso y han sido perseguidas y asesinadas”.

Los resultados de esta investigación señalan que la violencia sexual en Colombia es alta y presenta unos patrones que se repiten en las distintas zonas donde hay presencia de grupos armados.

El documento señala que en la mayoría de los casos reportados, aparecen los paramilitares como los principales agresores.

Llama la atención que el número de informes por presuntos delitos sexuales, ha crecido en los últimos años, a pesar de la desmovilización. Según Medicina Legal, en el 2008 hubo 22.273 agresiones sexuales, un aumento de 968 casos respecto al 2007. Y eso que para los expertos de la Corporación Humanas, “la violencia sexual sigue oculta y hay subregistro”.

Alerta

El VIII informe sobre violencia sexual contra las mujeres, elaborado por la Mesa de Trabajo Mujer y Conflicto Armado, afirma que la mayoría de los casos quedan en la impunidad. “En Colombia las mujeres son víctimas de prostitución forzada, esclavitud sexual, violación, trata de personas y hostigamiento (…) Sus cuerpos son usados como armas de guerra por grupos armados que tratan de amedrentar al otro y que arrojan como únicas perdedoras a las mujeres”.

Según el equipo, compuesto por 23 ONG, existe una profunda desconfianza de las víctimas frente a los organismos encargados de registrar estos hechos y aseguran que los funcionarios no están preparados para hacerlo.

Datos claves

• Las agresiones sexuales producen frustración y afectan la conducta del individuo que las padece, por lo que las víctimas pueden llegar a generar otros tipos de violencia.

• En Colombia durante el 2008, se realizaron 21.202 informes sexológicos, 929 casos más que en el 2007, este aumento podría ser proporcional al incrementos de las denuncias.

• La vivienda es el escenario en el que mas agresiones sexuales se presentan en Colombia, con el 62%, por ello son los familiares y personas conocidas los principales victimarios.