En su reemplazo fueron designadas dos magistradas del Tribunal Superior de Bogotá. Se trata de María Consuelo Rincón Jaramillo, quien ocupará el cargo que venía desempeñando Martínez, y Patricia Rodríguez, quien asume el despacho que hasta ayer ocupaba Lozano.
Rincón y Rodríguez asumirán la investigación por los seguimientos ilegales realizados por el DAS contra magistrados, políticos de oposición y periodistas entre el 2004 y el 2008.
En los próximos días tendrán que definirle la situación jurídica a otros funcionarios investigados en ese caso, como Fernando Ovalle, ex jefe del G-3, y Mario Aranguren, jefe de la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf), entre otros.
En esa Unidad delegada ante la Corte se registró otro movimiento, el de la fiscal Marta Luz Reyes, quien regresa a su antiguo cargo en el Tribunal Superior de Bogotá. Su reemplazo aún no ha sido designado.
“Son ajustes propios que debe hacer el fiscal Mendoza, quien está conformando su equipo cercano de colaboradores de confianza para continuar con su labor. Lo hace porque está desempeñando el cargo en propiedad y se lo permite la ley”, explicó un alto funcionario de la entidad, que pidió mantener en reserva su identidad.
Mendoza estará al frente de la Fiscalía mientras la Corte Suprema de Justicia decide quién, de la terna enviada por el Gobierno, es el nuevo Fiscal General de la Nación.
Los otros ocho fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia que también habían renunciado protocolariamente fueron ratificados.
La otra decisión que tomó el fiscal Mendoza tiene que ver con la oficina de comunicaciones de la entidad, en la que nombró como nuevo jefe a Álvaro Ayala Tamayo, tras haberle aceptado la renuncia de Rodrigo Barrera. No se descarta que la próxima semana el fiscal Mendoza realice otro ajuste en el grupo de sus colaboradores más cercanos.