Ordóñez, que sustituirá a Edgardo Maya Villazón, obtuvo 81 sufragios a favor de un total de 85 congresistas que acudieron a la sesión de elección.
En el proceso de elección, que Ordóñez aseguró en buena medida porque tuvo dos meses más de campaña, el ex comisionado de Paz Camilo Gómez logró un voto y el académico y ex magistrado Germán Bustillo, 0 votos.
Ordóñez logró atraer al Gobierno y prácticamente a todas las bancadas, incluida la oposición.
Ordóñez, como Maya, viene de las Cortes.
El jueves, en su primera intervención después de ser elegido, anunció que la defensa de los derechos humanos y la transparencia serán sus banderas al frente de una Procuraduría que, en los 8 años de la era Maya Villazón, se modernizó y bajó la congestión de procesos disciplinarios de 60 mil a 20 mil.
¿Un Procurador radical?
Ordóñez, a quien incluso sus críticos le reconocen el bagaje jurídico, no llega al cargo exento de polémicas. Durante su candidatura hubo columnistas que se mostraron opuestos a su elección, como Daniel Samper Pizano, quien tituló su columna: ‘No digan que no se les advirtió’.
Las críticas, Ordóñez, no las rehúye.
Las convicciones religiosas y las posturas radicales de este abogado santandereano, de 54 años, son bien conocidas. La más recordada fue una fallida demanda contra la revista Soho por una representación de la Última Cena que Ordóñez y otras personas consideraron injuriosa.
Aunque columnistas como Daniel Coronell lo han descrito como un hombre de posiciones católicas “extremas y recalcitrantes”, nadie desconoce sus logros como jurista.
Es egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Santo Tomás de Bucaramanga, especializado en Derecho Administrativo y aunque ha cumplido la mayor parte de su carrera en la judicatura, también ha ejercido como litigante y consultor.
Fue asesor de la OEA para el proceso de institucionalización peruana entre 1991 y 1992 y ha actuado como consultor de una docena de empresas, entre ellas algunas multinacionales y varios bancos. También hizo política: resultó elegido concejal de su ciudad natal, Bucaramanga, en 1986.
Desde 1989 se vinculó al Tribunal Administrativo de Santander, primero como conjuez y después como magistrado. Once años después llegó a la Sección Segunda del Consejo de Estado, corporación de la que fue presidente en el 2004.
Como magistrado se caracterizó por su desacuerdo con las tutelas contra sentencias judiciales. También castigó los despidos por motivaciones políticas en las instituciones públicas y sentó doctrina sobre la responsabilidad del Estado por los daños que causan las minas antipersonales.
Para el abogado Néstor Humberto Martínez, Ordóñez es un hombre de talante y de posiciones claras. El ex procurador Jaime Bernal Cuéllar confía en que Ordóñez encuentre el equilibrio entre su ideología y sus decisiones en el Ministerio Público.
Sus nuevos retos
1. Resolver la ‘yidispolítica’. Aunque no se descarta que Maya alcance a sacar las investigaciones por este escándalo que involucra al ministro Palacio y al embajador Sabas Pretelt.
2. La ‘parapolítica’. Todos los congresistas y ex congresistas enredados en este escándalo tienen procesos disciplinarios. Faltan 70 investigaciones por resolver en este caso.
3. Reelección. Si el proyecto es aprobado en el Congreso, deberá rendir concepto. También debe resolver la investigación por el seguimiento del DAS al Polo.
Reforma para no investigar a Congresistas
Tras su elección como nuevo procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez hizo un anunció que desatará polémica: quiere que ese organismo no investigue disciplinariamente a los senadores y representantes.
Es una idea que sonó durante la fallida reforma a la Justicia y que en su momento fue considerada como un ‘mico’ por algunos sectores, pues le daba la facultad a la Sala Disciplinaria de la Judicatura, que también elige el Congreso y que es postulada en su totalidad por el Gobierno.
En rueda de prensa, Ordóñez dijo que presentará un proyecto de ley que incluso ya tiene redactado para desmontar “la potestad que tiene el Procurador frente a los congresistas”.
Según el próximo titular del Ministerio Público, esa potestad de investigar a los parlamentarios deslegitima el ejercicio del papel del Procurador, refiriéndose a los cuestionamientos ocurridos durante los últimos días en los que se mencionó que los congresistas estarían condicionando su voto por Ordóñez a la entrega de burocracia en la Procuraduría.
En su discurso de aceptación de la responsabilidad ante la plenaria del Senado, Ordóñez señaló que los tres pilares de su administración serán “el combate a la corrupción, la protección de los derechos fundamentales y la defensa a ultranza de las garantías constitucionales”.
“Ustedes saben a quién eligieron. Me conocen en mi vida privada y en mi vida pública. Saben lo que pienso. Eso sí, con algunas deformaciones mediáticas”, les dijo a los 85 senadores que participaron en su elección.
Y agregó: “Les prometí desde un comienzo que sería un mandato claro, porque eso le da legitimidad política al ejercicio de la función y permite cumplir con más rigor y decisión con las funciones que representa ser garante de las garantías, defensor de la sociedad, de los derechos humanos”.
El Tiempo / 12 de diciembre de 2008