El Instituto dice que cuenta con 24 salas dotadas con cámaras, computadores y televisores que tienen conexión con otros establecimientos y con las salas de audiencias del Consejo Superior de la Judicatura, pero que al mes tan sólo se realizan entre 4 y 5 audiencias.

Este año van 40. “La iniciativa busca evitar el masivo traslado de internos, que resulta un gasto innecesario y peligroso para la seguridad de ellos”, señaló la directora del Inpec, Teresa Moya Suta.

Agregó que las salas virtuales pueden ser aprovechadas especialmente en las audiencias de paramilitares y guerrilleros, en Justicia y Paz.

El Ministerio del Interior y de Justicia, que apoya la iniciativa, señaló que el uso de las audiencias virtuales además ayudaría a descongestionar la justicia.

“Estas herramientas facilitan la gestión de los jueces, pues en muchas ocasiones los traslados demoran la programación de las audiencias y eso congestiona los despachos.

Además, el traslado le implica al Inpec costos, riesgo de fuga de los presos y tiempo”, señaló el Ministerio.

El Consejo Superior de la Judicatura señaló que la rama judicial cada vez se inclina a utilizar estas tecnologías, pero que el nuevo sistema oral obliga la presencia del sindicado.

Hernando Torres, magistrado de la Sala Administrativa de la Judicatura, explicó que “para el juez es importante que la audiencia sea presencial”. “Ver las reacciones del procesado, analizar su expresión corporal, entre otros aspectos, hacen parte de la misma diligencia. Pero también es importante por la agilidad del sistema oral”, dijo Torres.

De igual forma, asegura que ya están implementando en algunos casos las audiencias virtuales. Por ejemplo, mientras entre el 2005 y el 2007 se realizaban en promedio 30 audiencias por año, en el 2008 los jueces adelantaron 160. Hoy, las cárceles con salas virtuales más utilizadas están en Bogotá, Bucaramanga, Cúcuta, Manizales, Popayán, Ibagué y Cali.

El magistrado también señaló que ante la necesidad de la presencia de los procesados, la rama judicial ha propuesto que los jueces se trasladen a las cárceles y desde allí se realice la audiencia.