La Comisión de Acusaciones de la Cámara anunció que evaluará la información que la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero (Uiaf) le envió al Fiscal General hace siete meses sobre movimientos sospechosos de magistrados, un tema que trascendió luego de que la Corte anunció que está indagando a los 86 representantes que votaron el proyecto de referendo reeleccionista.
Incluso, la Comisión no descarta investigar a los tres magistrados mencionados en el informe de la Uiaf (entre ellos al presidente del Consejo de Estado, Rafael Enrique Ostau de Lafont) y al propio Fiscal General por no investigarlos.
En entrevista con EL TIEMPO, el Procurador General -cuyo despacho indaga a varios altos funcionarios por el escándalo de las ‘chuzadas’ del DAS a magistrados- dice que una base del acuerdo sería que todos los funcionarios públicos “respeten los fallos de la justicia, y el sometimiento de las autoridades, incluidas las judiciales, al ordenamiento jurídico”.
Usted ha intentado acercar al Gobierno y a la Corte desde que llegó al cargo. Pero las distancias entre los dos poderes parecen cada día más grandes…
Las animosidades que han existido tanto de parte de la Corte como del Gobierno, del Presidente, son una situación objetiva, que nadie puede negar. Eso enrarece la necesaria armonía que debe existir entre los poderes y genera pérdida de credibilidad ante la opinión pública. Los reiterados enfrentamientos generan en el común de los ciudadanos una actitud de desconfianza en las instituciones.
No se entiende cómo dos órganos principales del Estado acudan con tanta frecuencia a este género de controversias públicas. Por eso es necesario que haya un desapasionamiento para crear espacios de diálogo. Si no, estamos ad portas del abismo.
¿Y cómo se le baja el tono a esa pelea?
Esta situación tiene unas implicaciones políticas y las consecuencias de los desbordamientos tienen muchas lecturas, tanto en el exterior como en el país. Por eso es necesario que tanto el Presidente como la Corte hagan los esfuerzos necesarios por el restablecimiento de la agenda normal. Es que no hay que pedirles, hay que exigirles una relación armónica.
Hace un mes las cortes pidieron que el presidente Uribe les diera una respuesta sobre las ‘chuzadas’, pero la siguen esperando. ¿Un primer paso sería esa respuesta?
Hay que probar todos los escenarios. Le solicité al señor Presidente que se hiciera esa reunión en la Casa de Nariño con los magistrados, con el propósito de desarmar los ánimos. Un abismo llama a otro abismo. La intensidad se vuelve casi que insoportable y por eso hay que hacer un alto en el camino y tratar de buscar los escenarios para que haya concertación, respetando funciones y competencias.
Voy a utilizar el fin de semana para acabar de redactar un documento a la Corte y al Presidente, para proponer esos escenarios de concertación.
¿Qué tipo de documento?
Dentro de mis mismas funciones, intentaré dar una apreciación para volver a encuadernar circunstancias que están llegando a límites. No es prudente que revele sus detalles, pero espero que el documento sea el inicio de una colaboración armónica entre los poderes.
¿Qué efecto tendrán en este tema las investigaciones que llevan los organismos de control, entre ellos la Procuraduría, por el tema de las ‘chuzadas’?
Cuando las instituciones funcionan, se genera confianza. Cuando funcionan los organismos de control, hay convivencia. Lo grave son las suspicacias, las dudas por fuera de la institucionalidad. Por eso un punto de partida será el respeto de los fallos y del sometimiento de todas las autoridades, incluidas las judiciales, al ordenamiento jurídico.