La tensión entre el poder ejecutivo y el poder judicial, que ha sido una constante en los últimos meses, tuvo hoy un nuevo episodio.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Javier Ricaurte, ha decidido que no volverá a asistir a ningún acto en el cual esté el presidente de la República Álvaro Uribe Vélez, luego de que se sintió hostigado por miembros de la seguridad presidencial en la antesala de la ceremonia de un aniversario de la Policía Nacional.
El incidente produjo indignación en el jurista, “Yo siento que es una agresión, que es un hostigamiento de la seguridad presidencial contra los magistrados de la corte”, dijo Ricaurte a Semana.com.
El problema se produjo esta mañana cuando Ricaurte llegó a la celebración de los 117 años de la Policía Nacional, acto al cual había sido invitado personalmente por el director de la institución, General Oscar Naranjo. La avanzada del magistrado, en su trabajo de rigor, llegó con minutos de antelación y anunció a los encargados de la seguridad que se aproximaba la caravana del Presidente de la Corte y le dio los datos exactos de su vehículo.
Al llegar a la entrada, los guardias encargados de la seguridad de Uribe, pidieron detener el vehículo, revisarlo y pidieron que el magistrado Ricaurte se bajara para hacerle una requisa.
La teniente encargada de las seguridad del presidente de la Corte les dijo que era el presidente de la Corte quien venía y, en razón de la dignidad de su cargo, pidió que los dejaran seguir. Los miembros de la seguridad se opusieron y el magistrado Ricaurte ordenó al conductor dar marcha atrás y no hacerse presente en la ceremonia.
No es la primera vez que ocurre. En un acto de la Corporación Excelencia a la Justicia había ocurrido algo similar con los magistrados invitados.
Semana / 13 de noviembre de 2008