En su carta, los afectados quieren saber cómo llegar al Ministerio de Asuntos Exteriores “por si ellos pudieran hacer algo al respecto”.

Junto a 20 familias españolas existen otras familias estadounidenses, francesas y belgas en la misma situación. En total, son 102 los niños colombianos que no pueden comenzar una nueva vida en otro país.

“Muchos de esos padres incluso ya conviven con sus hijos adoptados pues, en Colombia, las autoridades exigen que exista un periodo de siete días de convivencia con el menor, tras el cual un equipo psicosocial emite un certificado de integración. Es el paso previo para lograr la sentencia judicial.

“Hay quien ha perdido su puesto de trabajo porque lleva más de dos meses en Colombia esperando a marcharse con su hijo”, explica una de las afectadas. “Y los niños más mayores empiezan a darse cuenta de que hay problemas y temen quedarse aquí. Muchos de ellos han sido abandonados anteriormente y no entendería que les ocurriera una segunda vez. Además, ya han establecido un vínculo con sus nuevos padres. Temo que venza mi visado y me vea obligada a abandonar a mi hija”, continúa.

Según dicen los afectados al ‘ABC’, hay familias con distinta situación. Algunas han logrado salir del país tras acudir a juzgados de pueblos más pequeños donde no se ha detenido la actividad judicial.

El Consulado dice que “no se puede inmiscuir en los asuntos del Gobierno colombiano”. Y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar tampoco soluciona nada. “Ni firma la resolución ni un salvoconducto para que los menores puedan salir”.

El Heraldo / 07 de octubre de 2008