Bogotá, 18 de julio de 2020. A continuación, se realiza la transcripción de una entrevista hecha a Alfonso Gómez Méndez, publicada en el Nuevo Día. El texto y la imagen fueron tomados de su página web.
EL NUEVO DÍA: ¿Cómo le fue a la administración de justicia con la pandemia?
ALFONSO GÓMEZ MÉNDEZ: Tengo dos lecturas. Una negativa: muchos de los temas presenciales no se han podido desarrollar y fue un error del Consejo Superior de la Judicatura haber suspendido los términos judiciales. Desde ese punto de vista, uno podría decir que se ha paralizado la administración de justicia, cuando había oportunidad para que parcialmente funcionara de manera presencial. Con los mismos protocolos utilizados para otras actividades, debemos ponerla a funcionar.
Ahora lo positivo: la pandemia puso de manifiesto que sí se podían utilizar métodos modernos a través del uso del internet y las herramientas de digitalización, un proceso que no había sido posible antes. Por ejemplo, todos los fallos de la Corte Constitucional se han emitido de manera electrónica. La lección es que podemos combinar el modelo presencial con el virtual y el reto es evitar fraudes a través de esta vía.
E.N.D.: ¿Qué tanto eco ha tenido la propuesta de una pequeña constituyente a la justicia? Humberto de la Calle, en entrevista con Guillermo Pérez, dijo que la apoyaría…
A.G.M.: Ha tenido acogida. Me dicen que al Gobierno no le molesta mucho. Y es una buena noticia que un constituyente del 91 tan respetable como el doctor Humberto de la Calle la haya apoyado así como la Corporación Excelencia en la Justicia o columnistas como Luis Guillermo Vélez. Creo que se puede abrir paso para que podamos hacer un desbloqueo.
A lo que me refiero es al cuello de botella a nivel de las altas cortes por un par de errores de la Constitución del 91: que introdujo la política en la administración de justicia al darle una serie de funciones electorales y colocó a los congresistas y a los magistrados en la posición de investigarse mutuamente.
Esa constituyente, entre otros asuntos, tendría que desbloquear algo que no se puede hacer por la vía ordinaria: quitar esas funciones electorales a las altas cortes, que no haya tantas cortes como las que hay ahora y que el Fiscal, el Procurador y el Contralor tengan un juez de verdad ante el cual ellos respondan.
E.N.D.: Y a propósito de reformas, ¿qué opinión tiene de la aprobación de la cadena perpetua para violadores de niños?
A.G.M.: Ese es un acto de populismo punitivo. Todos los colombianos estamos de acuerdo con que a los violadores y los asesinos de niños se les debe aplicar el máximo rigor, pero lo importante es implementar una política preventiva. En lugar de eso, hicieron estas normas que a nada conducen porque en la ley de infancia y adolescencia las penas pueden llegar a 60 años, cosa que en Colombia equivale a una cadena perpetua.
Lo que ocurre es que hay que aplicar las normas. El señor (Rafael) Uribe Noguera fue condenado a 57 años, por lo que casi no hay posibilidad de que esa persona salga vivo. Así que dediquémonos, de un lado, a la prevención y, del otro, a la investigación, porque no sacamos nada con una cadena perpetua con ese 95% de impunidad. La prueba de que eso no asusta a los delincuentes es que después de su publicitada aprobación hemos visto otros casos horripilantes como la niña de Garzón (Huila).
E.N.D.: La pandemia ha dejado muchas afectaciones en empresas y sectores, entre ellos la prensa regional. ¿A qué situación nos enfrentamos ante el cierre de medios?
A.G.M.: Una de las consecuencias nefastas de esta pandemia es la afectación a la viabilidad de los periódicos regionales que han contribuido a la construcción de Nación y a que la gente en los departamentos esté suficientemente informada. Sería un golpe muy duro para la democracia regional, más ahora que estamos en la idea de profundizar la descentralización.
Nuestra obligación es la de proteger esa prensa regional. Tenemos que ayudar para que sea viable y pueda seguir informando de manera eficaz, oportuna e independiente a todos tolimenses. Este es un llamado a la clase dirigente, las autoridades políticas y a la ciudadanía en general para que rodeemos nuestra prensa regional y siga cumpliendo ese papel tan decisivo que ha desempeñado.
E.N.D.: Quizás buena parte de la ciudadanía no ha dimensionado el rol de los medios regionales para una democracia…
A.G.M.: Una democracia sin prensa libre e independiente es una democracia inexistente. Es un instrumento insustituible para el sostenimiento de cualquier sistema democrático. Hay una anécdota que repiten los historiadores sobre uno de nuestros íconos: Manuel Murillo Toro, quien fue llamado como el ‘rey de la prensa’ porque colaboró y fue fundador de periódicos. Cuando ejercía el mando, había un medio crítico con su gobierno, pero él invitó a la gente a que pagaran la suscripción porque era indispensable que siguiera circulando para bien de la democracia. Eso es lo que debemos pensar los colombianos.
E.N.D.: ¿Qué valoración hace del ejercicio de El Nuevo Día en la región?
A.G.M.: Si uno mira estos últimos años el departamento, es realmente inconcebible pensar en el Tolima sin que automáticamente uno piense en El Nuevo Día. He tenido la fortuna de ser en una época columnista habitual del periódico y ahora lo soy en la edición dominical. De manera que El Nuevo Día es para mí un elemento insustituible para la información y para el desarrollo de una nuestra democracia regional. No me cabe duda de que la prensa regional en general va a ser atendida por las distintas instancias gubernamentales.
Gaviria y el partido Liberal
E.N.D.: El partido Liberal se apresta para una convención virtual en pandemia. Usted se ha apartado de la colectividad, ¿pero qué lectura tiene de su realidad hoy?
A.G.M.: Yo no me he apartado del partido Liberal. He sido militante desde mis 16 años, cuando militaba en el Movimiento Revolucionario Liberal. De lo que me he apartado es de las directivas del partido, particularmente de César Gaviria, quien convirtió al liberalismo en una especie de coto regional para sus intereses propios y los de su familia.
Hay una lista larga de personas que se han ido retirando de esas directivas, entre otros, Juan Manuel Galán, quien protestó por la forma como Gaviria manejó su precandidatura así como ocurrió con la mía en 2009, cuando utilizó todo el poder para imponer a Rafael Pardo.
Ahora, dicho eso, llevan años sin hacer una convención, pero se les ocurrió utilizar el coronavirus para decir que no van a hacer una convención de verdad y así eternizar a Gaviria en su poder. De modo que no le veo muchos éxitos en el liberalismo. Yo dije en algún momento que César Gaviria era una especie de sepulturero del partido Liberal.
E.N.D.: ¿Por qué razón cree que fue ratificado en la jefatura, más aún cuando la campaña presidencial pasada demostró que las opciones de poder del partido son escasas?
A.G.M.: Gaviria ha violado todos los estatutos del partido para quedarse en esa poltrona. Mantiene una dictadura de los avales para tener a la gente amarrada. La gente termina más o menos presionada, porque si no atiende a sus llamados o a sus intereses no le da los avales. Ese liberalismo de Gaviria y sus amigos nada tiene que ver con el partido. Ellos han utilizado el poder para plegarse a un gobierno de acuerdo con sus intereses. Eso está muy lejos de lo que fue el partido de Lleras o Luis Carlos Galán.
Lo primero que hay que hacer es sacar al ‘gavirismo’ de la Dirección Liberal. Al partido hay que rescatarlo del ‘gavirismo’. Usted menciona la derrota de Humberto de la Calle, pero antes hubo una más estruendosa, que fue la Rafael Pardo en 2010, cuando el partido casi pierde la personería jurídica. En cualquier país del mundo, cuando un jefe de un partido lo lleva al desastre, lo primero que hace es renunciar, pero acá van dos elecciones presidenciales y Gaviria sigue ahí tan campante.
E.N.D.: ¿Cómo ve a al Gobernador y el Alcalde de Ibagué?
A.G.M.: Ellos pertenecen a un partido distinto al mío. Es lamentable que el Tolima, que era un departamento mayoritariamente liberal, llegara a donde se llegó. Ahora, desde el punto de vista de la gestión administrativa, me parece que están comenzando y hay que darles un compás de espera. No hay motivos para pensar que no están haciendo las cosas bien.
E.N.D.: Como exfiscal, ¿qué valoración hace de Francisco Barbosa?
A.G.M.: Prefiero no opinar por mi condición de exfiscal. Cuando salí de la Fiscalía tomé la decisión de no ocuparme de esos temas y no romper una vieja norma de que uno no se ocupa ni de antecesor ni de su sucesor.
E.N.D.: El coronavirus también interrumpió la realización de Festival Nacional de la Música Colombiana. Debe haber también un apoyo al evento y la Fundación Musical…
A.G.M.: También espero que las autoridades y la ciudadanía le ayuden a la Fundación y a Doris Morera. No podemos dejar que una institución como esta llegue a desaparecer. Aquí debemos hacer esfuerzos para que todos los tolimenses debemos estar ahí al lado de doña Doris para que podamos seguir con este patrimonio.
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