17 de mayo de 2019. En el foro organizado la semana pasada por la Corporación Excelencia en la Justicia, “La corrupción enjuiciada en 360 grados”, insistía en los dos mecanismos que conocemos desde las neurociencias para combatir la corrupción: educación y justicia. Hay un universal ético: todas las personas somos iguales ante la justicia. Por eso los pronunciamientos y fallos de ésta se convierten en el referente pedagógico más importante para la corteza pre frontal, área esta donde se ubica la toma de decisiones del individuo.