La tarea no será fácil: en 2008, el hurto a bancos aumentó 213 por ciento; la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes llegó a 19,2 por ciento, y la de muertes violentas, a 33,5 por ciento.
A principios del año, la tienda de videos Blockbuster fue objeto de un atentado de las Farc, como parte de un plan extorsivo, y en abril circularon en Ciudad Bolívar panfletos amenazantes atribuidos a paramilitares.
En resumen, debe enfrentar no solo el aumento de delitos comunes, sino el resurgimiento de bandas paramilitares y milicias de la guerrilla en sectores deprimidos.
Expertos en seguridad consultados por CAMBIO, coinciden en que el coronel Pinzón debe concentrarse en cinco puntos. El primero, y más importante, es disminuir el número de homicidios, lesiones comunes y delitos de alto impacto en la ciudadanía, como quedó establecido en el Plan de Desarrollo: reducir de 18,8 a 16 homicidios por 100.000 habitantes y de 30,1 muertes violentas (accidentes de tránsito, caseros, de trabajo) a 28; disminuir 10 por ciento hurtos y lesiones personales.
“Por concepto de impuestos, la Policía recibirá en este cuatrienio 400.000 millones de pesos, pero el Alcalde no ha definido cómo los invertirá -asegura Carlos Córdoba, coordinador del programa ‘Bogotá Cómo Vamos’-. Lo más decente que podrían hacer él y el nuevo comandante es tener indicadores claros en términos de resultados”.
El segundo punto es concretar los compromisos del Gobierno Nacional en materia de aumento del pie de fuerza y de creación de cuerpos de Inteligencia para desarticular reductos paramilitares y bandas de sicarios que operan en el sur de la ciudad.
El tercero, acabar con las ‘ollas’ ubicadas en las 31 zonas con mayores índices de criminalidad. “En esas zonas hay más de mil ‘ollas’ y como no hay efectivos suficientes no han podido desmantelarlas”, asegura el representante Nicolás Uribe.
Los Mártires, Santa Fe, La Candelaria y Ciudad Bolívar deberán recibir tratamiento especial por los altos índices de homicidios: 81, 50, 44 y 32 por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
El cuarto punto es redefinir las funciones de los CAI móviles, concebidos para combatir el delito en las zonas calientes, pero que se han convertido en unidades para resolver denuncias y pérdidas de documentos.
El quinto reto es mejorar la imagen de la Policía, pues episodios como el de dos muchachos quemados por dos patrulleros el 9 de febrero o el del joven asesinado en Ciudad Bolívar por dos uniformados, han contribuido al desprestigio de la institución y a la pérdida de confianza de la gente.
Las expectativas de la ciudadanía son grandes, los retos también. De la gestión del coronel Pinzón depende no solo mejorar la seguridad de la capital, sino la imagen del alcalde Moreno.
Cambio / 28 de mayo de 2009