UNA DECISIÓN de la Juez Cuarta Administrativa de Ibagué, que había ordenado suspender provisionalmente los cinco puntos a quienes acreditaron una obra jurídica pero que no había sido registrada en la Dirección de Derechos de Autor, tenía frenado el nombramiento y posesión de 150 aspirantes que participaron en el concurso notarial.
Sin embargo, ayer la citada juez levantó esta suspensión, por lo que serán computados los cinco puntos a todas las personas que presentaron una obra jurídica de su autoría, independientemente de que la hayan registrado en la Dirección de Derechos de Autor.
Con esto, aunque podría presentarse una apelación a la decisión del Juzgado Cuarto, queda prácticamente concluido el concurso de notarios que comenzó el 16 de noviembre de 2006 y el cual fue blanco de más de 500 tutelas.
Este hecho coincide con la renuncia que presentó ayer al cargo la superintendente de Notariado y Registro, Lida Salazar.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué efectos tiene la decisión de la juez de Ibagué?
LIDA SALAZAR: Estoy muy contenta porque la juez de Ibagué finalmente aceptó que los argumentos del concurso eran totalmente válidos, que el Consejo Superior (de la Carrera Notarial) no había atentado de ninguna manera contra la moralidad administrativa, y de hecho acepta que la manera de acreditar la obra jurídica a través de cualquiera de las certificaciones permitidas por el Consejo le otorga los cinco puntos a los concursantes que se inscribieron en él. Esto significa que ya tenemos casi 600 aspirantes a notarios nombrados y posesionados por concurso, pero quedaban más o menos 150 pendientes de esa definición, y ya, con esa decisión, podemos decir que el concurso queda prácticamente finiquitado.
E.N.S.: ¿Cuándo se estarían posesionando esos 150 notarios?
L.S.: Ya viene el otro proceso. El Consejo Superior tiene que reorganizar las listas de elegibles de conformidad con el puntaje definitivo que quede en cabeza de cada uno de los concursantes, y una vez reorganizadas las listas se expedirán los decretos de nombramiento para su posesión.
E.N.S.: ¿Eso sucederá en el primer semestre de este año?
L.S.: Me imagino que sí. Eso ya tiene que ser una cosa pronta, lo que pasa es que como esa decisión de la juez está sujeta a apelación, de pronto se demora un poquito más. Pero yo creo que esa apelación tiene que ser afirmativa y debe confirmar; de hecho las bases del concurso tienen fundamento en un decreto-ley.
E.N.S.: ¿Qué opinión le merece el concurso para proveer notarios?
L.S: Es un ejemplo de meritocracia a nivel nacional, es el concurso que menos tiempo se ha demorado; además es el más difícil por las características de las personas que se inscribieron al mismo, empezando con los notarios que están en condición de interinidad, hasta los demás concursantes. De hecho es mucha gente nueva, entre la cual se cuenta con abogados litigantes, magistrados, secretarios de notarías. Es un buen ejercicio que demuestra que la meritocracia sí se puede ejercer y que la gente puede aspirar a los cargos públicos por mérito.
E.N.S.: ¿Qué le agregaría y qué le quitaría a este concurso?
L.S.: Agregarle… difícil decirlo, pero le quitaría que no hubiera posibilidad de seleccionar las notarías a las que la gente quiere llegar, sino que por puntaje se asignen las notarías en orden descendente.
E.N.S.: ¿Se puede asegurar que con el concurso de notarios, las notarías dejaron de ser un botín burocrático de los políticos?
L.S.: Claro que sí, hace mucho tiempo habían dejado de serlo pero la gente no sabía. Había muchos que estaban allí simplemente porque los notarios llevaban mucho tiempo nombrados. Ahora el que concursa gana y punto.
La renuncia
E.N.S.: ¿Por qué renunció al cargo?
L.S.: Por una sencilla razón, ya cumplí mi ciclo. Quiero volver a mi casa, atender a mis hijos, volver a tener una vida normal y decidir qué voy a hacer de aquí en adelante.
E.N.S.: Pero hay rumores que dicen que su futuro es la política…
L.S.: Eso no pasa de ser un rumor.
E.N.S.: ¿Entonces es una coincidencia que usted renuncie un día antes del plazo para que los funcionarios no queden inhabilitados para aspirar al Congreso?
L.S.: Uno no puede echar de lado las diferentes alternativas que se puedan presentar, y la alternativa política existe. Es interesante pero no es la única ni es la prioritaria, de hecho tendría que haber un consenso dentro del Partido Conservador donde se demostrara el interés que eventualmente yo pudiera ser una buena alternativa, pero no es una cosa prioritaria ni es que definitivamente me vaya a meter al Congreso.
E.N.S.: ¿Hay posibilidad de que haya ese consenso?
L.S.: Sí me han llamado, me han convocado y me han pedido que incluso haga el Senado como mujer, como representante del Partido Conservador, pero eso no es tan fácil, esas no son decisiones que se tomen a la carrera. Lo que estoy haciendo es porque uno tampoco se puede inhabilitar por cuenta de que no ha tomado una decisión definitiva al respecto.
E.N.S.: Pero lo cierto es que si le hacen una propuesta política atractiva, ¿usted lo pensaría?
L.S.: Sí, hay un montón de cosas. Lo único que digo es que creo que cumplí un ciclo y no quiero dañar lo que hice con todo el cuidado y todo el esmero. La alternativa política queda en el tapete.
E.N.S.: Pero se dice igualmente que su nombre suena para integrar la cuota femenina en la terna de la Presidencia para la Corte Constitucional…
L.S.: Me han dicho lo mismo pero no me consta, no sé. Pero el solo hecho que me nombren es un motivo de orgullo y de gratitud.
E.N.S.: ¿En qué estado deja la Superintendencia?
L.S.: Dejo andando el proyecto de ventanilla única de registro, dejo prácticamente el concurso de notarios, planteada una reestructuración general de la entidad y pues creo que hay mucho más por hacer.
El Nuevo Siglo / 13 de marzo de 2009